Argumentos en pro y en contra

Los partidarios de la Agencia de Medio Ambiente alegan que España deberá efectuar en los próximos años un gran esfuerzo y que su instalación en Madrid -está descartado que parte de sus servicios se traslade a Sevilla- serviría de estímulo. Argumentan además que consigo atraería a lobbies e industrias del sector con tanta más razón que sus actividades rebasarán las fronteras de la CE para abarcar a los países de la nórdicos y del centro y este de Europa.

Sus detractores señalan, en cambio, que España estará sometida a una fastidiosa vigilancia de los ecologistas, cuyo lugar pr...

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Los partidarios de la Agencia de Medio Ambiente alegan que España deberá efectuar en los próximos años un gran esfuerzo y que su instalación en Madrid -está descartado que parte de sus servicios se traslade a Sevilla- serviría de estímulo. Argumentan además que consigo atraería a lobbies e industrias del sector con tanta más razón que sus actividades rebasarán las fronteras de la CE para abarcar a los países de la nórdicos y del centro y este de Europa.

Sus detractores señalan, en cambio, que España estará sometida a una fastidiosa vigilancia de los ecologistas, cuyo lugar predilecto de manifestación será el madrileño Parque de las Naciones, cerca del aeropuerto.

Los defensores de la Agencia de Medicamentos recalcan, por su parte, que la atracción que ejercerá sobre la industria farmacéutica y agroalimentaria especializada es mucho mayor que la que puede suscitar la de Medio Ambiente sobre las empresas de su sector. Hacen además hincapié en que, con el tiempo, esta agencia está llamada a convertirse en un equivalente europeo de la poderosa Food and Drug Administration norteamericana con autoridad para capacitar y homologar medicinas y alimentos antes de su comercialización.

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