Los municipios cobran tasas, pero no resuelven consultas ciudadanas, según la OCU

La Asociación de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto en evidencia el mal servicio que los ayuntamientos prestan a los ciudadanos cuando solicitan aclaración sobre impuestos municipales. En su mayoría tratan con cortesía a quien reclama detalles por teléfono o en persona, pero todo se queda en el trato exquisito. Si el ciudadano es poco avezado, es muy probable que pague más de lo que le corresponde, según revela una encuesta realizada a 17 ayuntamientos.La prueba consistió en formular dos preguntas. Ante la compra de un vehículo usado, ¿quién debe pagar el impuesto de circulación, el vende...

La Asociación de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto en evidencia el mal servicio que los ayuntamientos prestan a los ciudadanos cuando solicitan aclaración sobre impuestos municipales. En su mayoría tratan con cortesía a quien reclama detalles por teléfono o en persona, pero todo se queda en el trato exquisito. Si el ciudadano es poco avezado, es muy probable que pague más de lo que le corresponde, según revela una encuesta realizada a 17 ayuntamientos.La prueba consistió en formular dos preguntas. Ante la compra de un vehículo usado, ¿quién debe pagar el impuesto de circulación, el vendedor o el comprador? Cuando se trata de una obra menor en la vivienda ¿qué tributos hay que pagar? Ambas cuestiones se tramitaron por teléfono, en persona y por carta ante cada una de las oficinas municipales de Alicante, Córdoba, Dos Hermanas (Sevilla), Getafe (Madrid), Gijón (Asturias), Granada, Huelva, Logroño, Lorca (Murcia), Marbella (Málaga), Portugalete (Vizcaya), Salamanca, Segovia, Tarrasa (Barcelona), Torrejón de Ardoz (Madrid), Valencia y Vitoria.

El resultado es decepcionante. Sólo cinco de los 17 ayuntamientos -Córdoba, Dos Hermanas, Huelva, Logroño y Torrejón de Ardoz- respondieron de una manera aceptable. Para Gloria Calama, portavoz de la OCU, la muestra pone en evidencia el escaso interés municipal para que los ciudadanos estén bien informados. Este desentendimiento se hace patente cuando las cuestiones se formulan por escrito. En el caso de Salamanca, Vitoria y Getafe ni siquiera aceptaron que las cartas pasaran por el registro; sólo 10 ayuntamientos respondieron.

Calama recalca que si el ciudadano recibe una respuesta equivocada no queda eximido de satisfacer sus obligaciones tributarias, pero si dispone de algún papel, puede servirle para librarle de una sanción. La falta de respuesta en muchos casos sólo es atribuible, según la OCU, a que así se "curan en salud" de posibles responsabilidades.

Consultas telefónicas

Ante las consultas telefónicas, muchos funcionarios municipales remiten las respuestas a un encuentro personal, situación que le obliga a desplazarse e invertir en el trámite varias horas de su jornada laboral. Sucedió en los ayuntamientos de Granada, Huelva y Segovia.El trato siempre correcto enmascara en la mayoría de las ocasiones la falta de información del funcionario encargado de resolver las dudas. Sólo eso explica, en opinión de Gloria Calama, que se nieguen sistemáticamente a facilitar al público el texto de las Ordenanzas Fiscales, pese a que legalmente es obligatorio. El reproche de Calama vá mas allá cuando se constata que la información que se transmite es incompleta o inexacta.

Esta desinformación conlleva repercusiones económicas perjudiciales para los ciudadanos, cuando se trata de aplicar una tasa sobre una obra. Sólo en Dos Hermanas y Portugalete informaron correctamente -según la jurisprudencia- que el demandante de una licencia sólo debe pagar la cuota correspondiente al presupuesto sin IVA.