SANIDAD

Alemania admite haber ocultado informes sobre contagio del sida

La Agencia Federal de la Salud (BGA), de Alemania, organismo suspendido como consecuencia de un escándalo sobre preparados de sangre contaminada de sida, reconoció ayer que había cometido errores al no aportar información sobre el tema al Ministerio de Sanidad.Joachim Welz, presidente de la BGA, manifestó en conferencia de prensa que la agencia debería haber transmitido 373 informes a principios de los años 80 sobre casos de sida producidos por sangre infectada a hemofílicos.

Los pacientes, que usaron preparados sanguíneos para prevenir las hemorragias crónicas, habían acusado al Gobier...

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La Agencia Federal de la Salud (BGA), de Alemania, organismo suspendido como consecuencia de un escándalo sobre preparados de sangre contaminada de sida, reconoció ayer que había cometido errores al no aportar información sobre el tema al Ministerio de Sanidad.Joachim Welz, presidente de la BGA, manifestó en conferencia de prensa que la agencia debería haber transmitido 373 informes a principios de los años 80 sobre casos de sida producidos por sangre infectada a hemofílicos.

Los pacientes, que usaron preparados sanguíneos para prevenir las hemorragias crónicas, habían acusado al Gobierno y a la BGA de retrasar, con fatales consecuencias, la entrada en vigor de un decreto sobre donación de sangre hasta octubre de 1985 contra el virus de la inmunodeficiencia. El Gobierno declaró haber puesto en marcha la legislación tan pronto como fue posible.

El ministro de Sanidad Horst Seehofer, que la última semana cesó a la dirección de la BGA y a un alto cargo ministerial por no transmitir los informes, ordenó el miércoles pasado la disolución del organismo a fin de año. Dentro de dos semanas se hará público un informe del Ministerio. Según el ministro, está en estudio una indemnización para los miles de hemofílicos que fueron infectados a comienzos de la década.

"No hay nada nuevo sobre los informes", dijo Welz en la rueda de prensa en que varios cargos subalternos trataron de defender a la BGA. "No se trata de una nueva crisis del sida. Es una crisis de información". Welz, responsable ahora del anunciado cierre de la agencia, que cuenta con 117 años de existencia, dijo que había habido "una falta de sensibilidad" a la hora de enfrentarse con la transmisión de informes al Ministerio.

El representante de los trabajadores de la BGA, Klaus Peter Zufelde, declaró que la mayoría de los 3.000 empleados "se siente terriblemente mal en este nido de corrupción", dijo Zufelde.

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