España se solidarizará con Francia en la revisión del acuerdo la del GATT a cambio de apoyo en frutas y hortalizas

Francia pidió ayer a España solidaridad y la obtuvo, aunque con matices. El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, brindó ayer su total respaldo a la propuesta de Francia de dotar a la Comunidad Europea (CE) de mejores defensas contra el dumping y expresó también un apoyo, algo menos enérgico, al empeño de París de modificar el preacuerdo agrícola de Blair House alcanzado entre la Comisión Europea y Estados Unidos en el marco del Acuerdo General sobre Tarifas Arancelarias y Comercio (GATT).El jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé, efectuó ayer su primera visita a M...

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Francia pidió ayer a España solidaridad y la obtuvo, aunque con matices. El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, brindó ayer su total respaldo a la propuesta de Francia de dotar a la Comunidad Europea (CE) de mejores defensas contra el dumping y expresó también un apoyo, algo menos enérgico, al empeño de París de modificar el preacuerdo agrícola de Blair House alcanzado entre la Comisión Europea y Estados Unidos en el marco del Acuerdo General sobre Tarifas Arancelarias y Comercio (GATT).El jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé, efectuó ayer su primera visita a Madrid desde que hace cinco meses entró en el Gobierno -su colega de Agricultura, Jean Puech, viajará también a España en los próximos días- para preparar con su homólogo español el Consejo extraordinario de Ministros de Exteriores y de Agricultura comunitarios, que se celebrará en Bruselas el 20 de septiembre. Convocada a petición de Francia, la reunión estará monográficamente dedicada al GATT. Solana estuvo el lunes pasado en Bruselas, y sus declaraciones sobre el preacuerdo de Blair House fueron interpretadas como muy reacias a renegociarlo. Ayer, sin embargo, el titular de Exteriores español manifestó su "disposición de modificarlo para mejorarlo, sin que eso signifique poner patas arriba todo el compromiso". Para introducir esos ajustes, europeos y norteamericanos deberían, sin embargo, sentarse de nuevo en la mesa de negociación, según colaboradores del ministro.

"Pedimos la solidaridad", subrayó Juppé, dejando de entrada claro cuál era el principal motivo de su visita. "España puede comprender", añadió, mostrándose confiando en la reacción de su homólogo, con tanta más razón", que tiene problemas similares que afectan a los productos mediterráneos". Solana le había dado de antemano la razón: "Francia tiene una gran comprensión hacia los problemas de las frutas y hortalizas españolas, y nosotros también la tenemos con los productos franceses afectados". La comprensión francesa hacia España consiste en apoyar la petición española de que la reforma en ciernes de la actual Organización Común de Mercado de las frutas y hortalizas suponga mejoras para esos productos.

En línea con sus últimas declaraciones, Juppé criticó con dureza el pacto de Blair House, que obliga a la CE a consentir "más sacrificios que los que ya le impone la Política Agrícola Común". Si se aplica el preacuerdo, "en los próximos seis años las exportaciones de cereales deberán reducirse entre 15 y 20 millones de toneladas", añadió.

Medidas 'antidumping'

"Estamos en completa sintonía", afirmó por último Solana a propósito de la propuesta francesa, formulada el 1 de septiembre, de otorgar a la Comisión mayores poderes para investigar las acusaciones de dumping formuladas por empresas europeas y, si se confirman, poder penalizar rápidamente esas exportaciones aplicando cláusulas de salvaguardia o introduciendo aranceles antidumping. Juppé estimó, por su parte, que una mayoría de Estados miembros secundaba esta iniciativa.

[También ayer, el ministro español de Agricultura, Vicente Albero, señaló que considera indispensable que la CE ponga en marcha los mecanismos necesarios para lograr mayores apoyos para sectores como frutas y hortalizas, azúcar, arroz y vino, informa Vidal Maté.

En frutas y hortalizas se reclama el funcionamiento pleno de precios de referencia y un calendario adaptado a las producciones españolas, que actualmente sólo defiende la hortofruticultura del norte. En arroz se reclaman compensaciones al cultivo. En vino se plantea que la nueva regulación mantenga la política de ayudas comunitarias y que no provoque una renacionalización de las mismas.

Finalmente, en azúcar, España defiende ayudas al cultivo y se opone a una rebaja en los precios que beneficiaría a los cultivadores de Francia o Alemania.]

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