Miles de personas exigen en Vitoria la libertad de Iglesias

El silencio se fundió ayer con los lazos azules para exigir en Vitoria la liberación inmediata "y sin ninguna contrapartida" del ingeniero Julio Iglesias Zamora, secuestrado por ETA hace dos meses. Unas 3.000 personas permanecieron 15 minutos en un silencio que, según los convocantes, se convirtió en un "grito clamoroso por la libertad de Iglesias". La concentración había sido convocada por cuatro grupos pacifistas y estaba apoyada por todos los partidos vascos, salvo HB.

La plaza de Correos de Vitoria fue ayer de nuevo escenario de la protesta cívica contra ETA. Miles de ciudadanos se...

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El silencio se fundió ayer con los lazos azules para exigir en Vitoria la liberación inmediata "y sin ninguna contrapartida" del ingeniero Julio Iglesias Zamora, secuestrado por ETA hace dos meses. Unas 3.000 personas permanecieron 15 minutos en un silencio que, según los convocantes, se convirtió en un "grito clamoroso por la libertad de Iglesias". La concentración había sido convocada por cuatro grupos pacifistas y estaba apoyada por todos los partidos vascos, salvo HB.

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La plaza de Correos de Vitoria fue ayer de nuevo escenario de la protesta cívica contra ETA. Miles de ciudadanos se acercaron hasta allí para expresar con su silencio la solidaridad con los familiares del ingeniero de Ikusi, que ayer cumplía dos meses en manos de sus secuestradores. Poco antes de la concentración, trabajadores de esa empresa desplegaron una pancarta en la que se podía leer en euskera y castellano: "Libertad para Julio para que vuelva a casa y a su trabajo".Pasada la una de la tarde, el silencio se adueñó de la plaza, únicamente roto por los chasquidos de las cámaras fotográficas. Era el silencio de los que consideran que Iglesias Zamora está "en la peor celda de castigo que podamos imaginar, en la de ETA", como decía el manifiesto firmado por los cuatro grupos pacifistas convocantes. "Julio Iglesias no puede recibir visitas, ni intercambiar información con sus familiares y amigos, está sin teléfono, sin abogado defensor, sin patio, sin paquetes, sin poder hablar con nadie y sin saber hasta cuándo estará así", recordaba uno de los portavoces pacifistas.

El comunicado final recordaba que Iglesias Zamora "no ha cometido ningún delito, sino que es la víctima del robo que ETA pretende cometer en su persona, ya que para robar, un simple ciudadano resulta más débil que un banco o un furgón blindado". Y señalaba también que con "este secuestro únicamente se pretende realizar un robo para que sus secuestradores puedan seguir asesinando". Por eso los grupos pacifistas exigieron a ETA que "lo suelte sin contrapartidas".

Entre los participantes estaban el diputado general de Álava, Alberto Ansola; el alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda, y varios concejales, así como el secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui.

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