La compra de deuda por los extranjeros provoca una fuerte apreciación de la peseta

Tras la euforia desatada el pasado martes y miércoles en la Bolsa, ayer le llegó el turno a la peseta. La divisa española se apreció claramente frente al marco alemán y el dólar, en un mercado que no acababa de ponerse de acuerdo en las causas de esta repentina fortaleza. En Madrid, la peseta subió 59 céntimos frente al marco y registró un cambio medio de 81,89, aunque al cierre marcaba 81,15. Las ganancias frente al dólar fueron mayores: 1,62, para acabar a 137,97. Sea cual sea la explicación, la entrada de capital extranjero, atraído por la deuda pública, apuntala la peseta.

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Tras la euforia desatada el pasado martes y miércoles en la Bolsa, ayer le llegó el turno a la peseta. La divisa española se apreció claramente frente al marco alemán y el dólar, en un mercado que no acababa de ponerse de acuerdo en las causas de esta repentina fortaleza. En Madrid, la peseta subió 59 céntimos frente al marco y registró un cambio medio de 81,89, aunque al cierre marcaba 81,15. Las ganancias frente al dólar fueron mayores: 1,62, para acabar a 137,97. Sea cual sea la explicación, la entrada de capital extranjero, atraído por la deuda pública, apuntala la peseta.

Los analistas y operadores consultados destacan la fuerte afluencia de capital extranjero, especialmente estadounidense, que se está dando en los últimos días. Las dos últimas semanas marcaron sendos máximos históricos de deuda pública en manos de no residentes. El saldo de 3,88 billones que el miércoles hizo público el Banco de España refuerza la tendencia al alza de la moneda española, que en una semana, desde el pasado miércoles, ha ganado 1,57 pesetas frente al. marco y 2,4 frente al dólar.

"Los extranjeros consideran muy atractiva nuestra deuda", según Felipe Guirado, analista financiero de Finconsult. Las perspectivas de un inminente recorte de tipos en Europa -que se está convirtiendo ya en un lugar común financiero en Madrid, París o Francfort, sin acabar de concretarse- dotan de más atractivo aún al 9,38% que en estos momentos ofrece la deuda a diez años española. "Es la mayor rentabilidad en deuda pública de los países civilizados", dice Guirado.

Esta tendencia al alza se vio ayer reforzada por la publicación de dos datos (déficit comercial estadounidense y masa monetaria en circulación en Alemania), que acabaron de catapultar a la peseta.

Sobre las 14,30 horas, los operadores en divisas conocían que Estados Unidos registró en junio pasado un aumento del 44% del déficit comercial, que alcanzó los 12.060 millones de dólares (casi 1,7 billones de pesetas). La cifra sorprendió a los analistas, que esperaban una cifra alrededor de los 8.000 millones de dólares. Su sorpresa se tradujo en una pérdida de posiciones del billete verde en los mercados de divisas.

"Lo que se produjo ayer fue básicamente una depreciación del dólar frente al resto de monedas", según Daniel Manzano, director de Analistas Financieros Internacionales. El dólar, que se había cambiado el miércoles por 139,59 pesetas aproximadamente, cayó inmediatamente después de conocerse el dato del déficit. A primera hora de la tarde se vendía a 137,75 pesetas.

El marco conoció una situación semejante. La venta generalizada de la moneda alemana contra todas las demás en el seno del Sistema Monetario Europeo (SME), a pesar de los recortes de tipos que efectuaron algunos de ellos, arrastró a la peseta, que ganó 59 céntimos contra el marco. "El mercado casi exige que los bancos centrales bajen los tipos, y los que se niegan a hacerlo acaban teniendo problemas con su divisa según Henrik Luinholddt, de FG Inversiones.

En este ambiente de confianza en la inversión extranjera, la Bolsa de Madrid volvió a superar los 32.000 millones de pesetas de negocio y marcó su sexto máximo anual consecutivo: 291,96%.

Todos los operadores y analistas consultados, sin embargo, coincidieron ayer en destacar que el mercado de divisas responde de forma un tanto extraña e impredecible debido a la menor actividad en verano y al traslado de la atención a la pareja dólar-yen. Según Guirado, esto "hace que el mercado se estreche, y entonces una orden fuerte de compra, por ejemplo, tiene una repercusión mayor".

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