La Cumbre Iberoamericana se inicia hoy en Brasil con varios presidentes en situación. precaria

Varios presidentes iberoamericanos acuden a la tercera Cumbre Iberoamericana, que comienza hoy en Salvador da Bahía (Brasil), en los últimos días de su mandato o en situación precaria. Dos jefes de Estado, Joaquín Balaguer, de la República Dominicana, y Ramón Velásquez, de Venezuela, estarán ausentes. El rey Juan Carlos de España y el presidente de Gobierno, Felipe González, tenían prevista su llegada a Bahía con un intervalo de una hora tras el cierre de esta edición. Es la tercera vez que ambos viajan al extranjero para una misma reunión.

El protocolo brasileño otorga un cierto protag...

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Varios presidentes iberoamericanos acuden a la tercera Cumbre Iberoamericana, que comienza hoy en Salvador da Bahía (Brasil), en los últimos días de su mandato o en situación precaria. Dos jefes de Estado, Joaquín Balaguer, de la República Dominicana, y Ramón Velásquez, de Venezuela, estarán ausentes. El rey Juan Carlos de España y el presidente de Gobierno, Felipe González, tenían prevista su llegada a Bahía con un intervalo de una hora tras el cierre de esta edición. Es la tercera vez que ambos viajan al extranjero para una misma reunión.

El protocolo brasileño otorga un cierto protagonismo al monarca español y su intervención no tendrá que esperar el orden alfabético. Don Juan Carlos hablará inmediatamente después de que el presidente de Brasil, Itamar Franco, inaugure la sesión plenaria de la cumbre.La mayoría de los jefes de Estado latinoamericanos que asistirán a la cumbre han solicitado entrevistarse con González. A su vez, el presidente español ha pedido audiencia al anfitrión de la cumbre. El mexicano Carlos Salinas de Gortari será hoy, jueves, el primero en reunirse, durante el desayuno, con el jefe del Gobierno español.

A la falta de sustancia política de esta tercera cumbre se une la debilidad de buen número de mandatarios iberoamericanos. Todo parece conjurarse para que esta reunión concluya con más pena que gloria. De momento, dos presidentes no estarán presentes en Salvador. Con la ausencia del dominicano Joaquín Balaguer, los mandatarios se han ahorrado tiempo, porque el anciano presidente no se atenía a los límites prefijados, y han perdido a la vez una pieza de florida retórica con reminiscencias decimonónicas.

También faltará el presidente en funciones de Venezuela. Velásquez no quiere incurrir en el error del suspendido Carlos Andrés Pérez, a quien se criticaba su afán viajero, uno de los mayores factores de su impopularidad. "Suponemos que [el presidente] considera que su país atraviesa un momento demasiado delicado para ausentarse", comentó un diplomático español.Presidentes en franquía

A parte de los dos ausentes, otros dos presidentes están en Salvador para decir "¡Hola y adiós!". Al de Bolivia, Jaime Paz, le quedan menos de tres semanas de mandato, porque entrega la banda presidencial el próximo 6 de agosto. El de Paraguay, Andrés Rodríguez, todavía podrá disfrutar del poder hasta el 15 de agosto. El chileno, Patricio Aylwin, tampoco estará en la siguiente cumbre, previstapara Cartagena de Indias (Colombia), porque el país andino elige nuevo presidente en diciembre.

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El anfitrión de la cumbre, el brasileño Franco, se encuentra en situación precaria. El sucesor del destituído por corrupción Fernando Collor parece empeñado en dar la razón a quienes pronosticaban lo peor para Brasil por su incompetencia. En sus escasos 10 meses de presidencia Franco ha recurrido ya a cuatro ministros de Economía, y la inflación sigue por encima del 30 % cada mes. En Brasilia hay rumores de golpe, y Franco tuvo que asegurar en una conferencia de prensa el martes que no hay riesgo de "fujimorización". No se sabe el efecto de estas palabras sobre el presidente de Perú, Alberto Fujimori, quien vuelve a estas cumbres tras su ausencia en Madrid. Fujimori todavía se encuentra en una semicuarentena democrática.

Tras su golpe de Estado del 5 abril del año pasado, el presidente peruano gobierna sin Constitución, que estos días elabora a marchas forzadas un Congreso Constituyente Democrático.

Los presidentes de las repúblicas de América Central, por su parte, no parece que puedan dar fuerza a una cumbre que parece destinada a languidecer, a no ser que surja un impulso decisivo.

Los exiliados cubanos la se citan en Bahía para abuchear a Castro

Procedente de Miami, Madrid o Caracas, el exilio cubano se ha dado cita en Bahía para abuchear a Fidel Castro, como lo hizo hace un año en la capital de España, y exigir la democratización de la isla. Esta vez, sin embargo, la disidencia interna estará también presente en la Cumbre Iberoamericana a través de los mensajes que, gracias a la delegación española, intenta hacer llegar a sus asistentes.El jefe del Gobierno español, Felipe González, llegó ayer a última hora de la tarde, sin que esté fijada en su agenda una cita con Castro, con el que no se entrevistó a solas el año pasado en Madrid, en julio de 1992. El presidente español cree que el diálogo que emprendió, en marzo de 1990 en Brasilia, con el líder cubano para incitarle a promover la evolución democrática de la isla no ha dado ningún fruto. Si se lleva finalmente a cabo el encuentro, González insistirá, como en anteriores ocasiones, en la necesidad de integrar a la isla en la corriente democrática que atraviesa Latinoamérica.

Mientras, uno de los más célebres opositores cubanos, Elizardo Sánchez Santa Cruz, empedernido defensor de los derechos humanos, obtuvo en junio un permiso excepcional para salir de su país. Viajó a Madrid, dónde el 1 de julio entregó al ministro de Exteriores, Javier Solana, una carta rogándole que se la hiciese llegar a las principales delegaciones que asisten a la cumbre.

En su misiva, cuyo contenido rehusó revelar, Sánchez no pide que la cumbre condene al régimen de Castro por su atropello de los derechos humanos, porque sabe que, en ese foro, las decisiones se toman por consenso, y la delegación cubana vetaría tal resolución. En su mensaje, el disidente insta a los jefes de Estado iberoamericanos a obrar por distender las relaciones entre EE UU y Cuba, aunque no solicita expresamente que se levante el embargo norteamericano.

En línea con un pensamiento político que ha manifestado en múltiples ocasiones, Sánchez se muestra convencido de que sólo la disminución de la tensión entre Washington y La Habana puede incitar a Castro a promover una evolución pacífica de su régimen hasta llegar a la democracia. La hostilidad de EE UU, en cambio, le brindará el pretexto del enemigo exterior para endurecer aún más la represión.La opinión de los dirigentes

Entre los pesos pesados que participan en la reunión, el presidente argentino, Carlos Menem, es el que más dispuesto está a respaldar a los anticastristas. [La presidenta de Nicaragua, Violeta Chamorro dijo ayer que pedirá a Fidel Castro, durante la cumbre, "que sea demócrata" y ponga fin al "sufrimiento" del pueblo cubano, informa Efe.]

No todo son, sin embargo, críticas contra Castro. La ciudad está plagada de carteles colocados en vallas publicitarias, en los que se puede leer: "Cuba: 34 años de resistencia al imperialismo. El socialismo vive". Lo firma el Partido Comunista do Brasil, una escisión radical del comunismo brasileño.

España costea toda la cooperación

Si no fuera por España, las cumbres iberoamericanas carecerían de contenidos concretos. Fue en la cumbre de Madrid, en julio de 1992, cuando se aprobaron los tres principales programas de cooperación que se están poniendo en marcha y cuya financiación es exclusivamente española, aunque algunos países han prometido aportaciones.El objetivo de Mutis, que obtuvo la luz verde hace un año, es proporcionar 800 becas para estudios de posgraduado, en una serie de especialidades relacionadas con el desarrollo. España es hasta la fecha el único país que ha contribuido al programa, ofreciendo 400 becas para el curso 1993-1994, mientras México y Argentina han anunciado su intención de participar.

El segundo programa aprobado en Madrid consiste en alfabetizar la región de Cabañas, en El Salvador, y algunas zonas de alta densidad de población en la República Dominicana. El primer proyecto empezará a ponerse en práctica en enero de 1994, mientras el segundo se iniciará unos meses antes. Ambos son financiados enteramente por España.

El programa de televisión educativa a través del satélite español Hispasat fue el tercero que se adoptó en la cumbre madrileña. El 28 de abril pasado comenzaron las emisiones en pruebas, y el 5 de julio las de demostración. Las transmisiones regulares se inicirán en abril de 1994 y, a partir de enero de 1996, tendrán una duración diaria de tres horas. En este caso España también costea el proyecto. Los tres programas supondrán para Madrid un desembolso anual de 1.800 millones de pesetas.

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