Clara advertencia de Clinton a Corea del Norte

Satisfécho de los resultados obtenidos durante su estancia en Japón, el presidente norteamericano, Bill Clinton, inició ayer en Seúl una visita. de dos días a Corea del Sur que sirve como advertencia contra el régimen comunista del Norte, al que Estados Unidos exige que renuncie a la construcción de armas nucleares. A las pocas horas de su Regada, Clinton amenazó a Corea del Norte contomar "otras medidas" si fracasa la negociación y solicitó la colaboración de China para obligar al Gobierno de Pyongyang a adherirse al Tratado de No Proliferación nuclear (TNP).

La llegada de Bill Clinton...

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Satisfécho de los resultados obtenidos durante su estancia en Japón, el presidente norteamericano, Bill Clinton, inició ayer en Seúl una visita. de dos días a Corea del Sur que sirve como advertencia contra el régimen comunista del Norte, al que Estados Unidos exige que renuncie a la construcción de armas nucleares. A las pocas horas de su Regada, Clinton amenazó a Corea del Norte contomar "otras medidas" si fracasa la negociación y solicitó la colaboración de China para obligar al Gobierno de Pyongyang a adherirse al Tratado de No Proliferación nuclear (TNP).

La llegada de Bill Clinton estuvo precedida por una manifestación (le varios cientos de estudiantes que protestaban por la presencia militar norteamericana en este país. Los enfrentamientos con la policía causaron unos 60 heridos entre estudiantes y fuerzas del orden en la villa universitaria de Kwangju,. al suroeste de la capital.El asunto central de esta visita es, por supuesto, el conflicto entre las dos Coreas, agravado últimamente por el anuncio hecho en marzo por Corea del-Norte sobre su intención de retirarse del TNP. Esta decisión fue calificada ayer por Bill Clinton como "una seria amenaza, no sólo para Estados Unidos y Corea del Sur, sino para el conjunto de Asia y el resto del mundo". Funcionarios norteamericanos y norcoreanos iniciarán el próximo día 14 en Ginebra negociaciones tendentes a resolver ese problema, pero si no se consigue un acuerdo en ese diálogo, el presidente de Estados Unidos advirtió ayer: "Estamos decididos a dar pasos adicionales".

Clinton no quiso precisar en su conferencia de prensa cuáles serían esos pasos, pero un alto funcionario norteamericano explicó a los periodistas que la medida inmediata sería la de solicitar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la aprobación de sanciones económicas contra Corea del Norte.

El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, comentó durante su viaje a Tokio que la representación estadounidense en la ONU ha comenzado ya a realizar contactos para conocer la opinión de los demás países del Consejo de Seguridad.

El presidente de Corea del Sur, Kim Young Sam, el primer civil que ocupa ese cargo en su país en tres décadas, ha expresado su preocupación por las conversaciones entre norcoreanos y estadounidenses por las concesiones que Washington pueda hacer.

Las sospechas sobre Corea del Norte recaen básicamente sobre dos plantas de producción de energía a las que las Naciones Unidas han pedido enviar inspectores. El régimen de Pyongyang negó el permiso y amenazó con retirarse del TNP. Bill Clinton abrió ayer un ángulo distinto en este conflicto al solicitar la intervención de China, tradicional amigo de Corea del Norte, pero preocupado ahora más bien por su propio desarrollo económico y su integración en el mundo capitalista.

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"Creo que China", dijo Clinton, "puede jugar un papel constructivo. Creo que el Gobierno de China está muy interesado en apoyar la posición que nosotros hemos tomado aquí y, ciertamente, le pediremos su ayuda".

China es, junto con Cuba, el único país del mundo que mantiene contacto con Corea del Norte, gobernado con mano de hierro por el viejo dirigente estalinista Kim Il Sung.

Washington refuerza su papel de árbitro por interés comercial

"Vietnam sospecha de China, China sospecha de Japón, Japón sospecha de Corea y todos a su vez sospechan de Rusia", ésta es la forma en la que un alto funcionario de la Administración norteamericana describió ayer el escenario asiático en el que Bill Clinton intenta ser árbitro.La elección de Asia como el punto de su primer viaje al extranjero no ha sido casualidad. Clinton cree en la necesidad de una mayor proximidad de su Administración a los países del sureste asiático y a los poderes del Pacífico como piezas claves para los intereses comerciales y de seguridad de Estados Unidos a corto y largo plazo.

El primer paso en esa estrategia es este viaje. El segundo será la presencia del secretario de Estado, Warren Christopher, en la conferencia de la ASEAN.

El aspecto de la seguridad ha quedado claro en el primer día de la visita a Seúl: "Reafirmo mi decidida intención de no reducir nuestra presencia militar en esta región (37.000 hombres en Corea del Sur) mientras existan amenazas". Un elemento fundamental en el equilibrio de fuerzas es China, país del que Washington cree que tiene tantos temores por el desarrollo nuclear de Corea del Norte como el propio Estados Unidos. El Gobierno de Pekín es el instrumento que, según funcionarios norteamericanos, hay que utilizar en contra de Pyongyang. Washington tiene, por medio del estatuto de nación más favorecida, una buena zanahoria que ofrecer a China.

El Gobierno de Pekín había vetado siempre en el Consejo de Seguridad las resoluciones contra el régimen de Pyongyang, pero Washington confía en que la posición de Pekín cambie ahora que su Gobierno busca el acercamiento a Occidente. China es fundamental para Corea del Norte porque constituye su único socio comercial.

El otro aspecto de esta estrategia es comercial. El problema no es sólo con Japón. Estados Unidos encuentra en la segunda potencia económica de la zona, Corea del Sur, otro serio opositor a la apertura de mercados, especialmente el agrícola.

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