Tribuna:

Las enseñanzas lo ocurrido en Guatemala

El articulista subraya la actividad desarrollada por la Organización de Estados Americanos (OEA) a favor de la restauración democrática durante los recientes acontecimientos de Guatemala, en respuesta a las críticas formuladas a dicha organización por el escritor Mario Vargas Llosa.

Cuando algunos periodistas me preguntaron, al partir de Guatemala, una vez electo por el Congreso el nuevo presidente, Ramiro de León Carpio, cuáles eran las enseñanzas de esos 10 días (25 de mayo al 5 de junio) que conmovieron al país, instantáneamente respondí que "la confianza en los pueblos es la mejor forma de garantizar y fortalecer la democracia".Quizá sea éste uno de los pocos puntos de encuentro que pueda tener con las afirmaciones que el escritor Mario Vargas Llosa sostiene en su artículo En Guatemala, publicado en la sección de opinión del diario EL PAÍS del pasado 13 ...

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Cuando algunos periodistas me preguntaron, al partir de Guatemala, una vez electo por el Congreso el nuevo presidente, Ramiro de León Carpio, cuáles eran las enseñanzas de esos 10 días (25 de mayo al 5 de junio) que conmovieron al país, instantáneamente respondí que "la confianza en los pueblos es la mejor forma de garantizar y fortalecer la democracia".Quizá sea éste uno de los pocos puntos de encuentro que pueda tener con las afirmaciones que el escritor Mario Vargas Llosa sostiene en su artículo En Guatemala, publicado en la sección de opinión del diario EL PAÍS del pasado 13 de junio, respecto del proceso de interrupción y posterior restauración de la institucionalidad en Guatemala y el papel de la OEA.

Más que entrar en una polémica con Vargas Llosa, cuya crónica se basa en una apreciación lejana y carente de información acerca de lo que realmente sucedió en Guatemala, es mi interés ubicar la cuestión en su real dimensión y brindar a los lectores de EL PAÍS un testimonio de alguien que vivió dicho proceso muy de cerca.

El mismo 25 de mayo, día en que el presidente Serrano Elías decidió la disolución de los órganos legislativos y judiciales de Guatemala, realicó las gestiones pertinentes para reunir al Consejo Permanente de la OEA, que ese mismo día, poniendo en práctica un curso de acción previsto en la Resolución 1080, adoptada en 1991 en Chile, resolvió enviar una misión a Guatemala, convocar una reunión ad hoc de cancilleres del hemisferio, al tiempo que instó a las autoridades de facto al inmediato retorno a la democracia.

Junto a los cancilleres de Barbados, Maurice King; de Nicaragua, Ernesto Leal, y de Uruguay, Sergio Abreu, partimos a Guatemala el 29 de mayo y permanecimos allí por espacio de tres días. En la ocasión, e interpretando el mensaje de los 34 países miembros de la organización, expusimos a las autoridades civiles y militares, a las organizaciones políticas, a los empresarios, a los sectores sociales y organismos de carácter no gubernamental, la necesidad imperiosa del inmediato retorno al sistema democrático a través de la vía constitucional y nuestra esperanza de que la resolución de la crisis institucional se verificara antes de la reunión ad hoc de cancilleres fijada para el 3 de junio en Washington.

Compromiso hemisférico

La percepción de los integrantes de la misión fue que el mensaje de la OEA caló hondo en los distintos sectores, que aún no habían logrado formarse una acabada opinión de cuán firme era el compromiso hemisférico con el retorno a la democracia y que los cancilleres estaban dispuestos a adoptar fuertes medidas en caso de que la institucionalidad no fuera restablecida.

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Así las cosas, los hechos desencadenados escaparon notoriamente del control de Serrano Elías y la decidida acción de la sociedad toda, junto a la contribución de la OEA, lo alejaron de su cargo y los distintos sectores sociales en estado deliberativo comenzaron, en un proceso de rápida concertación, a edificar una salida constitucional que devolviera a los guatemaltecos la democracia arrancada por la fuerza.

Los cancilleres de las Américas reunidos en Washington el 3 de junio decidieron apoyar las acciones del pueblo de Guatemala en la búsqueda de una salida institucional a través del diálogo y la concertación, instar a los países miembros a revisar su política de cooperación en Guatemala con arreglo al ritmo del proceso de democratización y enviar otra misión a Guatemala, que debía informar a una próxima reunión de ministros de Relaciones Exteriores a realizarse el 6 de junio en Managua.

Ese fin de semana retornamos a Guatemala en compañía del canciller de Ecuador, Diego Paredes, en momentos en que se gestaba el retorno a la democracia a través de la vía institucional, con la elección de un nuevo presidente por parte del Congreso a partir de las tres candidaturas sugeridas por la Instancia de Consenso Nacional, un mecanismo de concertación suprapartidario e intersectorial, cuya acción fue decisiva a la hora de allanar el camino hacia el retorno a la institucionalidad.

Otra vez, reiteramos el mensaje de la OEA a todos los sectores, civiles y militares, y subrayamos la manifiesta voluntad de los países miembros de la organización de coadyuvar en el esfuerzo por restaurar la democracia a través de los mecanismos institucionales fijados por la Constitución.

Tuvimos la oportunidad y la alegría, en la madrugada del domingo 6 de junio, de felicitar al presidente electo, licenciado Ramiro de León Carpio, e invitarlo a que estuviera junto a los cancilleres de la OEA, en Managua, para dar a conocer sus puntos de vista sobre lo sucedido y sobre el futuro de su país.

En carta dirigida a los cancilleres de la OEA y fechada el 6 de junio, el presidente Ramiro de León Carpio dice, refiriéndose a la acción internacional, que agradece 1a firme y expedita reacción de la OEA, ante los condenables actos del 25 de mayo, lo que fue factor de gran importancia para afianzar la decisión de luchar pacíficamente para revertirlos".

Más adelante sostiene el jefe de Estado de Guatemala que "el proceso vivido durante estos días debe servir de testimonio de la eficacia de los instrumentos de cooperación hemisférica y especialmente de la Resolución 1080 de la OEA ...".

Ante la rápida evolución de los hechos, los ministros de Relaciones Exteriores de la OEA decidieron cerrar la reunión ad hoc de cancilleres para el caso de Guatemala y al mismo tiempo redoblar los esfuerzos en pos de la consolidación de la democracia y el proceso de paz en dicho país.

Apoyo al proceso de paz

En efecto, la resolución adoptada encomienda al secretario general asistir a Guatemala en sus esfuerzos por consolidar la democracia y promover el desarrollo económico y social además de instruirlo para que en consulta con los presidentes de Centroamérica ofrezca todo su apoyo a las partes para revitalizar el proceso de paz.

No esperábamos de Mario Vargas Llosa un reconocimiento al papel que la OEA juega en la defensa de la democracia en la región, pero los hechos son demostrativos y deberían hacer reflexionar a tan célebre personalidad, cuando sostiene que "la OEA, de inservible que era, ha pasado a ser un organismo peligroso para la causa de la democracia en el hemisferio".

Quizá, la realidad sea más difícil de asimilar cuando ella no se ajusta a una visión establecida de antemano, pero, a pesar de los obstáculos, finalmente siempre se impone.

Joáo Clemente Baena Soares es secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).

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