'Míster 5%'

Políticos de la oposición y periodistas de Valladolid bromean sobre míster 5% en cuanto se pregunta sobre posibles comportamientos irregulares en la Junta durante el mandato de Aznar. En realidad, existen divergencias: algunos hablan de míster 10%. Uno de los miembros del CDS que Aznar incorporó a su Gobierno el 19 de mayo de 1989, y que exige anonimato, confirma con cifras y nombres que la primera denominación es la más acertada, y relata con pormenores su primera entrevista de despacho con el director general de la Consejería que ha merecido tan significativo sobrenombre.El dir...

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Políticos de la oposición y periodistas de Valladolid bromean sobre míster 5% en cuanto se pregunta sobre posibles comportamientos irregulares en la Junta durante el mandato de Aznar. En realidad, existen divergencias: algunos hablan de míster 10%. Uno de los miembros del CDS que Aznar incorporó a su Gobierno el 19 de mayo de 1989, y que exige anonimato, confirma con cifras y nombres que la primera denominación es la más acertada, y relata con pormenores su primera entrevista de despacho con el director general de la Consejería que ha merecido tan significativo sobrenombre.El director general -que sigue en su puesto en la actualidad- acudió al despacho del consejero con un voluminoso número de expedientes de adjudicación por importe total de unos 5.000 millones de pesetas. "Me pidió que los firmara, y dijo que no era necesario que me molestase en revisarlos porque él ya los había visto con detalle y eran asuntos de pura rutina". El consejero se extraña de la premura con que se pide la firma ante una cuantía total tan importante y pone reservas al director general, que, en medio del tira y afloja sobre la revisión de los expedientes, deja caer ante el consejero: "Bueno, ya sabes además que, de esto, 125 millones para vosotros y 125 para nosotros". El consejero le miró en silencio durante bastantes segundos; la tensión se hace insostenible, y le espeta que él ni sabe nada ni está dispuesto a transigir con semejante propuesta. El director general balbucea confuso, se congestiona y se derrumba abatido en el sillón. El consejero, inquieto por los síntomas que presenta, le abanica con unos papeles.

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"¡Me han engañado!"

Por fin, el director general se repone y dice a voces: "¡Hijos de puta, me han engañado, me han dicho que ya habían hablado contigo y que sabías esto...". El consejero afirma que no. quiso emprender otro tipo de actuaciones: "Le dí esa primera oportunidad y no volvió a plantearme nada parecido".

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El problema de la corrupción durante el mandato de Aznar tuvo otros componentes. En un informe elaborado para "uso y conocimiento de los dirigentes del CDS en toda España" se afirma que "en la primavera de 1989, mientras se gestaba el Gobierno de coalición PP-CDS en Castilla y León, nuestro partido hizo muy serias advertencias a J. M. Aznar a propósito de la corrupción, sobre cuya existencia teníamos seguridad moral, aunque no pruebas documentales".

Pero es el caso de la construcción, en Burgos, el que más directamente salpica la figura de Aznar. Ya en la primavera de 1987, siendo Aznar presidente regional de AP, obligó a los dirigentes de su partido en Burgos a retirar su candidatura para dar paso a la de Solución Independiente (SI), que encabezaba José María Peña y que obtuvo mayoría absoluta. Peña acabó condenado en mayo de 1992, por un delito de prevaricación continuada, a 12 años de inhabilitación especial para cargo público, junto a otros miembros del Ayuntamiento.

La misma sentencia de la Audiencia Provincial de Burgos condenó al constructor Antonio Miguel Méndez Pozo a seis años de cárcel como autor de un delito continuado de falsedad en documentos públicos y privados. Las relaciones de Méndez Pozo con Peña son el nexo que la sentencia establece para la condena por prevaricación, y se convirtieron en algo especialmente molesto para Aznar cuando se destapó el escándalo. El ya entonces presidente del PP trató de minimizar sus conexiones con Méndez Pozo, pero no pudo evitar que la sentencia, en sus hechos probados, estableciese una auténtica relación de confianza entre el personaje y Aznar. Los magistrados dicen que Méndez Pozo "llegó a adquirir incluso un gran protagonismo político", y más adelante que, aunque era Peña quien le invitaba a reuniones políticas, ello "no le impidió llegar a adquirir la confianza del entonces presidente de la Junta de Castilla y León, don José María Aznar López, quien estuvo presente también en alguna de dichas reuniones, llegando a encargar al señor Méndez Pozo un trabajo sobre la construcción en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Castilla y León". El llamado proceso de Burgos desató un gran nerviosismo en las filas del PP cuando Aznar fue citado como testigo, hasta el punto de distribuir un texto escrito en el que se aseguraba que él acudiría a Burgos para "pedir explicaciones" al tribunal.

Miguel Pérez Villar es hombre clave en el Gobierno de Aznar, al frente de la Consejería de Economía y Hacienda. Su enfrentamiento con el alcalde de León, Juan Morano, ha dado al partido más de un quebradero de cabeza; pero el más conocido arranca de sus decisiones de subvencionar a empresas de la minería leonesa. Pérez Villar, asesor de los pequeños empresarios mineros, concedió, entre 1988 y 1989, 1.520 millones de pesetas, principalmente a empresas que él asesoró y luego su esposa, Rosa Carballo, que mantuvo el mismo despacho. Aznar bloqueó en el Parlamento regional la constitución de una comisión de investigación que, por fin, se creó durante el Gobierno de su sucesor, Jesús Posada. El pleno de las Cortes donde se vio el informe se celebró a puerta cerrada por decisión del PP, y el asunto acabó en el juzgado de guardia y en el Tribunal Superior de Castilla y León. Pérez Villar fue elegido entonces senador en representación de la comunidad autónoma, con lo que la investigación judicial pasó al Supremo, donde espera la decisión final.

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