La policía impide a la prensa reunirse con Rutskói

El centinela de la torre del reloj del Kremlin impidió ayer que un grupo de 77 periodistas, en su mayoría corresponsales extranjeros, acudiera a la conferencia de prensa convocada por el vicepresidente de Rusia, Alexandr Rutskói, en la fortaleza.Así concluyó el capítulo más reciente del enfrentamiento entre el número dos de la Federación Rusa y, el número uno, el presidente Borís Yeltsin, quien, a la hora de la fracasada cita de su vicepresidente, estaba reunido con los dirigentes de las provincias.

"El vicepresidente está sentado en su despacho, esperándoles", dijo el por...

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El centinela de la torre del reloj del Kremlin impidió ayer que un grupo de 77 periodistas, en su mayoría corresponsales extranjeros, acudiera a la conferencia de prensa convocada por el vicepresidente de Rusia, Alexandr Rutskói, en la fortaleza.Así concluyó el capítulo más reciente del enfrentamiento entre el número dos de la Federación Rusa y, el número uno, el presidente Borís Yeltsin, quien, a la hora de la fracasada cita de su vicepresidente, estaba reunido con los dirigentes de las provincias.

"El vicepresidente está sentado en su despacho, esperándoles", dijo el portavoz de Rutskói, Andréi Fiódorov, quien acusó al jefe de la Administración presidencial, Serguéi Filátov, y al comandante del Kremlin de prohibir el acceso de la prensa. El divorcio entre Rutskói y Yeltsin es total desde que el vicepresidente emprendiera una activa campaña contra el presidente en vísperas del referéndum del 25 de abril. Yeltsin ha desposeído a Rutskói de sus competencias en agricultura y en la lucha contra la corrupción, pero no está facultado para destituirle.

Según Fiódorov, una quincena de personas que pretendían visitar al vicepresidente han sido rechazadas esta semana a las puertas del Kremlim.

"Si no aprobamos una nueva Constitución condenaremos a Rusia a la dictadura o a la desintegración", manifestó ayer Yeltsin a los líderes de las provincias. La reunión es parte de la serie de actos preparatorios de la Conferencia Constitucional, que se inicia el 5 de junio en Moscú.

El principal fin de la Conferencia Constitucional es, según Yeltsin, elaborar un proyecto único de Constitución y decidir cómo aprobar este documento. Yeltsin contempla tres posibles procedimientos: mediante la Conferencia Constitucional, mediante el referéndum o en un nuevo Parlamento. El presidente se niega a someter su Constitución al Congreso de los Diputados (el actual superparlamento). "Por mucho que traten de convencerme", dijo, "estoy seguro de que el Congreso no aprobará la Constitución", ya que, según aclaró, en ella no se contempla la existencia de este organismo.

La convocatoria de la Conferencia Constitucional, que estará compuesta por cinco estamentos, ha abierto un intenso proceso de regateo entre los representantes del centro y de los territorios rusos.

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