Los Mossos d'Esquadra descubren que el teléfono de un ex ejecutivo de De la Rosa estaba 'pinchado'

Los Mossos d'Esquadra (policía autonómica catalana) han descubierto que los teléfonos del financiero barcelonés Caries Vilarrubí -quien hasta hace pocos meses fue consejero delegado de la sociedad Grand Península, promotora del Parque de Atracciones de Vilaseca-Salou y controlada por Javier de la Rosa- estaban intervenidos ilegalmente, según fuentes conocedoras de los hechos. Los mossos han localizado dos emisores en las líneas telefónicas del despacho profesional y del domicilio del empresario, que es ejecutivo de la sociedad de inversión Trébol Condal. Los agentes centran sus sospechas sobre...

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Los Mossos d'Esquadra (policía autonómica catalana) han descubierto que los teléfonos del financiero barcelonés Caries Vilarrubí -quien hasta hace pocos meses fue consejero delegado de la sociedad Grand Península, promotora del Parque de Atracciones de Vilaseca-Salou y controlada por Javier de la Rosa- estaban intervenidos ilegalmente, según fuentes conocedoras de los hechos. Los mossos han localizado dos emisores en las líneas telefónicas del despacho profesional y del domicilio del empresario, que es ejecutivo de la sociedad de inversión Trébol Condal. Los agentes centran sus sospechas sobre la autoría de estas escuchas ilegales en una empresa dedicada al contraespionaje telefónico.

Los mossos iniciaron la operación a finales del pasado mes de febrero. La investigación todavía no ha concluido, aunque se encuentra en estado muy avanzado y se espera que se presente que en los próximos días la correspondiente denuncia en los juzgados.El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, está puntualmente informado del desarrollo del operativo de los mossos, según fuentes próximas a la Generalitat. Vilarrubí no respondió a los reiterados intentos realizados por este diario en los últimos días para conocer su versión sobre los hechos.

Red de escuchas

La relación de Vilarrubí con De la Rosa se interrumpió el pasado mes de octubre cuando abandonó su cargo de consejero delegado en Grand Península, empresa promotora de un parque de atracciones en Tarragona, y de la que De la Rosa posee el 80% del capital. La marcha de Vilarrubí se produjo 24 horas después de que la Generalitat avalara un crédito de 1.500 millones de pesetas a Grand Península. Tras la dimisión de Vilarrubí, la Generalitat congeló varios meses la concesión de nuevos tramos del aval que el Gobierno autonómico había concedido a la sociedad de De la Rosa.Esta es la primera ocasión en que, en un caso de escuchas telefónicas, la policía logra desactivar los micros mientras están funcionando y encuentra pruebas sobre los supuestos manipuladores de las líneas telefónicas. Estas escuchas se han multiplicado en los últimos tiempos. Precisamente a principios de año, el Cuerpo Nacional de Policía elaboró un informe sobre la red de escuchas ilegales en Barcelona, después de que se descubriera que el fiscal jefe del Tribunal Superior de Cataluña, Carlos Jiménez Villarejo, tenía el teléfono de su domicilio intervenido.

El pinchazo coincidió en. el tiempo con la instrucción del fraude de los pagarés falsos, en el que estaba implicado el entonces presidente del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), Jordi Planasdemunt, y con la investigación iniciada por la fiscalía sobre la concesión de avales a empresas catalanas por parte del citado organismo público.

Estas escuchas afectaron. también a los políticos Rafael Ribó, presidente de Iniciativa per Catalunya, Josep Antoni Durán Lleida, de Unió Democrática, y el director de TVE en Cataluña, Enric Sopena.

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El informe policial, que obra en poder de Jiménez Villarejo, citaba cuatro empresas que se dedican en Barcelona a este tipo de intervenciones. Una de ellas, la más importante, es Check-in, dirigida por dos ex policías. Se trata de Francisco Álvarez, un comisario en excendencia que llegó a ocupar un alto cargo en el Ministerio del Interior, y Jesús Gutiérrez Argüelles, un antiguo policía condenado por homicidio. Ambos ex policías fueron citados a declarar en procedimientos judiciales vinculados en la trama de los GAL. La empresa Check-in está muy bien relacionada con abogados de primera fila y financieros y entre sus especiallidades figura el barrido de teléfonos. Fue esta empresa la que descubrió que se había manipulado el aparato de Duran i Lleida. Check-in intervino, por encargo de De la Rosa, en la detección de un pinchazo telefónico a un periodista.

Los dos micrófonos descubiertos y retirados ahora en el despacho y domicilio de Vilarrubí por los mossos tienen un alto grado de sofistificación, según fuentes próximas al caso. Los emisores trasladaban las conversaciones hasta vehículos aparcados en las cercanías, donde eran grababadas. Una de las líneas de investigación de los mossos consiste en el seguimiento de la ruta comercial de estos emisores.

Esta información ha sido elaborada por Blanca Cía, Ángels Piñol y Manel Pérez.

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