Un museo que pretende ser un aperitivo que ciencia

Este museo debe ser un aperitivo de ciencia, para que la gente se entusiasme por saber más", dijo ayer Francisco Sánchez, director del Instituto de Astrofísica de Canarias.

Medio centenar de experimentos con breves y precisas explicaciones recorren en el museo un panorama muy actual de la investigación en el mundo, y si los temas de astrofisica y cosmología tienen una cierta supremacía en los contenidos abordados, dejan suficiente espacio para experimentos de tecnología (un chorro de agua funcionando como una fibra óptica o la versatilidad de la fotografía electrónica) y de explorac...

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Este museo debe ser un aperitivo de ciencia, para que la gente se entusiasme por saber más", dijo ayer Francisco Sánchez, director del Instituto de Astrofísica de Canarias.

Medio centenar de experimentos con breves y precisas explicaciones recorren en el museo un panorama muy actual de la investigación en el mundo, y si los temas de astrofisica y cosmología tienen una cierta supremacía en los contenidos abordados, dejan suficiente espacio para experimentos de tecnología (un chorro de agua funcionando como una fibra óptica o la versatilidad de la fotografía electrónica) y de exploración del cuerpo humano (los latidos del corazón de quien se acerca mostrados en un ordenador o la composición química de su cuerpo).

No todos los paneles son interactivos, la palabra de moda en este tipo de exposiciones, porque a menudo el conocimiento o la curiosidad es suficientemente estimulante. Por ejemplo: "La longitud total de los vasos sanguíneos de un adulto son 96.000 kilómetros, lo que equivale a rodear dos veces la Tierra", dice un cartel. "Se trata de aprender jugando", afirmó Francisco Sánchez, que destacó la vocación de actualidad con que nace el museo: ir presentando los nuevos avances.

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