Major recibe al escritor Salman Rusdie

El escritor Salman Rushdie recibió ayer, por fin, una muestra de apoyo inequívoca por parte del Gobierno británico. El primer ministro, John Major, le recibió en su despacho privado del Parlamento de Westminster y conversó con él durante media hora. Major decidió celebrar la entrevista a pesar de las advertencias en contra de Irán, el país que en 1989 condenó a muerte por blasfemia al autor de versos satánicos. Para no irritar demasiado a los líderes iraníes, Major fue cauteloso y evitó fotografiarse con el escritor angloindio.

Ruslidie rezumaba Satisfacción tras la entrevista y, en...

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El escritor Salman Rushdie recibió ayer, por fin, una muestra de apoyo inequívoca por parte del Gobierno británico. El primer ministro, John Major, le recibió en su despacho privado del Parlamento de Westminster y conversó con él durante media hora. Major decidió celebrar la entrevista a pesar de las advertencias en contra de Irán, el país que en 1989 condenó a muerte por blasfemia al autor de versos satánicos. Para no irritar demasiado a los líderes iraníes, Major fue cauteloso y evitó fotografiarse con el escritor angloindio.

Ruslidie rezumaba Satisfacción tras la entrevista y, en una rueda de prensa, afirmó que el Gobierno británico había lanzado "un mensaje a todo el mundo". El escritor dijo que la condena impuesta contra él por los fundamentalistas musulmanes era opuesta a los derechos humanos básicos, pero mostró dudas sobre la receptividad del Gobierno de Teherán: "Espero que en cuialquier momento se congelen las relaciones angloiraníes", declaró.Una de las amenazas lanzadas desde Teherán cuando se supo que Major pensaba ver a Rushdie fue precisamente la de reducir al máximo las relaciones políticas y comerciales con el Reino Unido. Irán está ahora en una posición relativamente favorable, dada su condición de potencia regional en perjuicio de Irak. Por ese motivo, el primer ministro británico procuró minimizar las consecuencias de la entrevista. Rushdie fue introducido con el máximo sigilio en Westminster. Major mostró su apoyo al escritor, pero no hasta el punto de facilitarle el arma propagandística de una fotografía en la prensa internacional.

Downing Street anunció hace semanas que Ruslidie sería recibido por el primer ministro, pero el lugar y la fecha fueron guardados en secreto hasta el último momento. El escritor vive en la clandestinidad, bajo la amenaza de ser asesinado por fanáticos religiosos shiíes o simples cazadores de recompensas. El Gobierno teocrático de Irán promete el paraíso a quien acabe con Ruslidie; organizaciones y hombres de negocios musulmanes ofrecen, a su vez, sumas de dinero y regalías a quien ejecute lafatwa (sentencia religiosa) emitida hace cuatro años por el difunto ayatolá Jomeini.

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