Los ministros de Industria de los Doce advierten que "se ha aterrizado en la recesión" y exigen recortar subvenciones

ENVIADO ESPECIAL"Hay la creciente convicción de que la recuperación económica no es inminente y que, por tanto, la economía [europea] ha aterrizado en una recesión". El actual presidente del Consejo de Ministros de Industria de la Comunidad Europea, el danés Jan Trojborg, recibía ayer con esta frase a sus colegas europeos en una reunión informal celebrada en Nyborg (Dinamarca), para intercambiar puntos de vista sobre la política industrial de la CE. En el documento que presentó al Consejo se proponen algunas medidas para afrontar la crisis y, entre ellas, seguir eliminando subvenciones para co...

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ENVIADO ESPECIAL"Hay la creciente convicción de que la recuperación económica no es inminente y que, por tanto, la economía [europea] ha aterrizado en una recesión". El actual presidente del Consejo de Ministros de Industria de la Comunidad Europea, el danés Jan Trojborg, recibía ayer con esta frase a sus colegas europeos en una reunión informal celebrada en Nyborg (Dinamarca), para intercambiar puntos de vista sobre la política industrial de la CE. En el documento que presentó al Consejo se proponen algunas medidas para afrontar la crisis y, entre ellas, seguir eliminando subvenciones para conseguir una industria competitiva en un mercado cada vez más abierto.

El documento que el presidente del Consejo presentó ayer a los ministros, y al que este periódico tuvo acceso, señala que el crecimiento económico actual de la CE es demasiado bajo para crear empleo. "Por tanto, hay que esperar que el paro siga creciendo".

Los Doce observan con inquietud y preocupación el futuro de la industria europea en los próximos meses. Para hacer frente a la crisis se limitan a reiterar las antiguas propuestas adoptadas por la comisión en 1990: seguir eliminando subvenciones para conseguir una industria competitiva en un mercado cada vez más abierto.

En esta línea, el documento discutido ayer previene de forma muy clara contra "la utilización de la política industrial para solucionar problemas sociales". Para el Consejo de Ministros de Industria esto sólo pospone de manera innecesaria "un ajuste que es natural, esencial y, a la larga, inevitable". Como ejemplo concreto se cita la construcción naval.

La Comisión Europea, por su parte, debería resistir las presiones que puedan ejercer los Estados para desarrollar programas "que intenten salvar puestos de trabajo en empresas que no sean viables a largo plazo".

En este sentido, una de las propuestas del presidente del Consejo es que se inste a la Comisión a continuar el control de los Estados "ante el previsible aumento de iniciativas de política industrial" de forma unilateral por parte de éstos. De paso, y aunque sin citar nombres, lanza una andanada contra "aquellos países que ofrecen un alto nivel de ayudas [a su industria] en relación con su situación socioeconómica".

El informe da un largo rodeo (mejora del marco industrial, interconexión de redes de transporte europeas, infraestructuras, etcétera) antes de llegar a lo que considera el punto más importante para que las empresas ganen en competitividad: el alto coste del dinero en Europa, lo que dificulta la inversión en nuevas tecnologías. Y sugiere que el nivel de tipos de interés en la CE no debería ser significativamente superior al de sus principales competidores, es decir, Japón y Estados Unidos.

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