Casi el 50% del valor añadido comunitario proviene del comercio detallista y mayorista

El 1 de enero de 1993, la CE abrió, de forma imperfecta, su mercado único. A estas alturas no se sabe todavía si el calificativo "único" es correcto, pero de lo que no hay duda es de que es un mercado. Y vaya mercado: según cifras de Eurostat, el servicio estadístico de la CE, el 48,2% del valor añadido comunitario corresponde a los servicios directamente relacionados con la venta de productos comerciales, frente al 42,5% de hace 10 años.

El comercio emplea en la CE a 19 millones de personas, de los que 13 están ocupados directamente en el comercio detallista, lo que significa un 10% de...

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El 1 de enero de 1993, la CE abrió, de forma imperfecta, su mercado único. A estas alturas no se sabe todavía si el calificativo "único" es correcto, pero de lo que no hay duda es de que es un mercado. Y vaya mercado: según cifras de Eurostat, el servicio estadístico de la CE, el 48,2% del valor añadido comunitario corresponde a los servicios directamente relacionados con la venta de productos comerciales, frente al 42,5% de hace 10 años.

El comercio emplea en la CE a 19 millones de personas, de los que 13 están ocupados directamente en el comercio detallista, lo que significa un 10% de la mano de obra comunitaria. Las empresas de venta al por menor son 3,3 millones, más de una cuarta parte del conjunto de los 12,6 millones de empresas comunitarias. Cuatro países Alemania, Reino Unido, Francia e Italia concentran las tres cuartas partes de la mano de obra comercial, mientras que el número de companías comerciales oscila entre un máximo del 40% del conjunto de las empresas en Portugal hasta un 19,4% en Dinamarca. España se sitúa en la franja alta, con un 33,3%.Este desarrollo del comercio en la última década tiene una correspondencia con el aumento del consumo. El consumo privado de los europeos comunitarios en 1990 fue de 406 billones de pesetas, un 27% más que 10 años antes. Cada ciudadano gastó 8.471 ecus (1.185.940 pesetas) de promedio. Si a esta cantidad se le aplica el índice 100, obtenemos que el más consumidor es el alemán con 121,5 de índice, y el más austero el portugués, con 57,5. El español se sitúa en un 81,8.

El análisis hace notar que los consumidores de edad madura o avanzada se están convirtiendo en un grupo de clientes especialmente perseguidos por los comerciantes, como sucede también con las familias a cargo de un solo adulto, es decir, de divorciados o solteros.

En cuanto a hábitos de compra, los países mediterráneos son los que más gastan en vestir, empezando por Portugal con un 9,2% del consumo privado, seguido por Italia (8,6%), Grecia (8,4%) y España (8%). Los tres países que más gastan en comida son los de menor renta: Irlanda (39%), Grecia (37,9%) y Portugal (37, 1 %). España, con 23,5%, viene a continuación, aunque con muchos países pisándole los talones en cuanto a hábitos de gasto alimenticio.

El estudio explica también los movimientos de concentración registrados en los últimos 10 años y la respuesta de los minoristas asociándose en cooperativas y centrales de compra, grupos de franquicia y otros tipos de asociación. Una y otra tendencia, a la concentración y a la asociación, se agudizarán en los próximos años. El dato más significativo es que las 20 primeras empresas del comercio minorista en la CE pertenecen sólo a tres países: Alemania, Francia y Reino Unido.

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