Valladolid, primera ciudad española que instala una flota de autobuses urbanos con gas

Los autobuses urbanos de Valladolid funcionarán con gas butano en vez de gasóleo. El Ayuntamiento de la ciudad y Repsol Butano firman hoy un acuerdo para dar el impulso definitivo al empleo de gas licuado del petróleo (GLP) como combustible del centenar de vehículos de la flota urbana. Desde mayo, una quinta parte de los autobuses ya se moverá con gas. En 1990 se puso en marcha un plan piloto en Barcelona, Badalona, Palma de Mallorca y Valladolid con un total de 20 autobuses de este tipo circulando por las calles. Ahora, la ciudad castellana ha dado el paso decisivo para convertir el experimen...

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Los autobuses urbanos de Valladolid funcionarán con gas butano en vez de gasóleo. El Ayuntamiento de la ciudad y Repsol Butano firman hoy un acuerdo para dar el impulso definitivo al empleo de gas licuado del petróleo (GLP) como combustible del centenar de vehículos de la flota urbana. Desde mayo, una quinta parte de los autobuses ya se moverá con gas. En 1990 se puso en marcha un plan piloto en Barcelona, Badalona, Palma de Mallorca y Valladolid con un total de 20 autobuses de este tipo circulando por las calles. Ahora, la ciudad castellana ha dado el paso decisivo para convertir el experimento en realidad. Repsol Butano espera extender pronto la iniciativa a otras grandes ciudades.

El plan piloto se ha hecho mayor y ahora va en serio. "Esta es la culminación y el empujón definitivo", dice José Félix Rubio, responsable del Proyecto de Automoción en Repsol Butano.En mayo, Valladolid, una de las ciudades españolas que más sufre los efectos de la contaminación por tráfico, tendrá 17 autobuses a todo gas. La empresa municipal de transportes (Auvasa) ha quedado satisfecha con la experiencia de estos tres años y ha decidido, de acuerdo con Repsol, ir recambiando toda su flota, con lo que eso supone para reducir contaminación y costes de combustible.

Según explica José Félix Rubio, el nuevo combustible supone una drástica disminución en la emisión de sustancias contaminantes a la atmósfera: El motor con gas butano, por sus propias características y por la posibilidad que ofrece de acoplar un catalizador de tres vías, elimina el 100% de las emisiones de azufre a la atmósfera (principales causantes de las lluvias ácidas, por ejemplo); reduce en un 95% el monóxido de carbono y en un 60% los óxidos de nitrógeno (sustancias todas ellas que inciden en la salud humana). Además, baja a la mitad el nivel de ruidos y de partículas en suspensión, al ser la combustión más completa.

En Repsol Butano, que encuentra en este producto una amplia vía de negocio, reina una auténtica euforia.

El plan de 1989 fue firmado con la Federación Española de Municipios y Provincias -cuyo presidente era entonces el alcalde socialista de Valladolid, Tomás Rodríguez Bolaños- y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT). Palma de Mallorca, Barcelona y Badalona se apuntaron a ser las ciudades piloto. Madrid estuvo a punto, pero nada concreto llegó a hacerse.

Viena, desde 1975

Repsol subraya que las conversaciones están ya muy adelantadas con Barcelona y Badalona para ir sustituyendo progresivamente los autobuses convencionales por otros con gas -puede ser una adaptación de los diesel, o modelos expresa¿ mente fabricados en Alemania para moverse con GLP.-. Zaragoza, Palma, Valencia y Bilbao también están interesadas en iniciativas similares.Fuentes del Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid señalan que las negociaciones están más encaminadas a implantar un ecoautobús movido por gas natural prensado (distinto al GLP). Así, dentro de una semana el consorcio y Gas Madrid firmarán un convenio para fabricar un vehículo prototipo que funcione con gas natural. El gran problema para la reconversión de Madrid radica, aparte del volumen de la flota (1.800 autobuses), en lo complicado de adaptar los talleres.

Entretanto, el Ayuntamiento de Valladolid también se muestra satisfecho con el cambio, y destaca que en Europa sólo Viena ha llegado tan lejos en autobuses a gas. En la capital austriaca funcionan desde 1975; ahora hay ya medio millar de autobuses con GLP.

El principal problema de contaminación urbana con que se enfrenta España -y en general todo el mundo- proviene del tráfico. El transporte público no es baladí: en Madrid, por ejemplo, de un parque total de 1,2 millones de vehículos censados, el transporte público urbano representa sólo un 0,7% en unidades; pero su contribución a la contaminación es mucho mayor: un 16% de dióxido de azufre, un 15% de óxido de nitrógeno y un 25% de las partículas en suspensión.

El plan de Repsol por extender el butano a la automoción abarca también a los taxis -unos 20.000 funcionan en el país con este carburante- y la creación de una red de estaciones de servicio que permitan' expender el gas con manguera. José Félix Rubio señala que en Europa hay dos millones de vehículos privados funcionando con GLP; sobre todo, en Italia y Holanda.

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