Desplante torero

El sultán Ismail Petra, mirando al tendido en un desplante torero de bella factura, retiró de las aduanas un Lamborghini Diablo de 25 millones de pesetas y escamoteó al fisco estatal 8,5 millones en impuestos a la importación. "La ley debe ser respetada", protestó el ministro de Finanzas. Y la ley establece que estos caporales malayos disfruten de exenciones fiscales en siete vehículos extranjeros.Petra había superado, el cupo con el deportivo, pero el galgo italiano entró en palacio y allí quedó a buen recaudo por ser un recinto inviolable. La última alcaldada del sultán es una travesura comp...

El sultán Ismail Petra, mirando al tendido en un desplante torero de bella factura, retiró de las aduanas un Lamborghini Diablo de 25 millones de pesetas y escamoteó al fisco estatal 8,5 millones en impuestos a la importación. "La ley debe ser respetada", protestó el ministro de Finanzas. Y la ley establece que estos caporales malayos disfruten de exenciones fiscales en siete vehículos extranjeros.Petra había superado, el cupo con el deportivo, pero el galgo italiano entró en palacio y allí quedó a buen recaudo por ser un recinto inviolable. La última alcaldada del sultán es una travesura comparada con los méritos de Mahmud.

El sultán de Johor paga un siniestro ejército privado de 200 hombres, a las órdenes directas de su hijo mayor, y esta partida armada es sospechosa de haber perpetrado serios delitos. Malimud se anuncia en una emisora de su propiedad y dispone de una flota de. cinco helicópteros. El déspota, que partió la cara a un entrenador con criterio para desafiar su opinión en un asunto banal y valor suficiente para denunciarle ante los tribunales, siente verdadera pasión por las motos de gran cilindrada y los Ferrari azul cielo, que rugen como fieras cuando los conduce. Los vástagos apuntan también buenas maneras y uno de ellos fue acusado de arrojar ácido a la cara de una mujer.