Música y bronca

El éxito del Brisas del Sur y del 4ª Dimensión tiene nombre (cuatro socios de Madrid) y apellido (su música y la atención a los dominicanos), pero también un problema: la bronca con la competencia.Pascual Prieto, controlador de Renfe, reconoce que los locales dan dinero -hasta 350.000 pesetas una buena noche- y que los dominicanos son buena gente.... pero marca excepciones. El pasado martes, una cuadrilla muy identificada la montó en la 4, Dimensión, destrozaron lo que se les puso por delante y acabaron denunciados.

-No sirve para nada. A los pocos días los vemos otra vez. Trabajan para...

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El éxito del Brisas del Sur y del 4ª Dimensión tiene nombre (cuatro socios de Madrid) y apellido (su música y la atención a los dominicanos), pero también un problema: la bronca con la competencia.Pascual Prieto, controlador de Renfe, reconoce que los locales dan dinero -hasta 350.000 pesetas una buena noche- y que los dominicanos son buena gente.... pero marca excepciones. El pasado martes, una cuadrilla muy identificada la montó en la 4, Dimensión, destrozaron lo que se les puso por delante y acabaron denunciados.

-No sirve para nada. A los pocos días los vemos otra vez. Trabajan para la competencia y les hemos chafado. Cualquier día va a pasar algo grave y ya no tendrá remedio.

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El apellido del éxito es Rafael, el pinchadiscos, que deleita a los presentes con un completo repertorio de ritmos caribeños. En bachata, Voy pa allá, de Antoni Santos; en merengue, La bosanera, de Toño Rosario. La pista explota cuando le llega el turno a Palocoquito, un merengue de la Coco Bald dedicado a los padres por un coro de niños que piden que no les peguen si se hacen pis en la cama. Abajo, en la pista, las parejas (de hombres y de mujeres) se mueven con las palmas de las manos pegadas.

Mientras, Giovani Segura, el cantante, cena con su familia y los miembros de su grupo: Mariano. Segura basa su actuación en temas de Juan Luis Guerra.

Rafael le pone el punto final apropiado a la jornada con un merengue-protesta: No le pegues a mi negra. La canción obtiene una buena acogida. Habla ni más ni menos de una pareja de esclavos maltratados físicamente por un matrimonio de españoles.

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