"No vamos a cerrar las minas de carbón como en el Reino Unido"

El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, rechaza como demagógico cualquier posible paralelismo entre el programa de privatizaciones del PP y el cierre masivo de minas por los Gobierno conservadores británicos. Álvarez Cascos, particularmente sensibilizado como asturiano con los avatares de la minería, argumenta: "El Reino Unido se autoabastece energéticamente al 100%, gracias al petróleo y al gas. Su problema es decidir si mantiene explotaciones de carbón en competencia con su propio crudo y su propio gasEspafia, según el dirigente popular, sólo se autoabastece en un 30%. "Luego...

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El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, rechaza como demagógico cualquier posible paralelismo entre el programa de privatizaciones del PP y el cierre masivo de minas por los Gobierno conservadores británicos. Álvarez Cascos, particularmente sensibilizado como asturiano con los avatares de la minería, argumenta: "El Reino Unido se autoabastece energéticamente al 100%, gracias al petróleo y al gas. Su problema es decidir si mantiene explotaciones de carbón en competencia con su propio crudo y su propio gasEspafia, según el dirigente popular, sólo se autoabastece en un 30%. "Luego para nosotros es, un objetivo estratégico mantener, como país soberano, fuentes energéticas propias y eso justifica una política de apoyo a la producción de carbón". El PP, en cambio, no duda en denunciar como "desastrosa" la gestión de Hunosa, que resume en las siguientes cifras: en 10 años de Gobierno socialista las pérdidas han pasado de 19.000 a 60.000 millones de pesetas por ejercicio, mientras la producción se reducía en un millón de toneladas anuales.

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El mantenimiento de explotaciones carboníferas por el interés nacional no implica necesariamente ni su privatización ni su mantenimiento en el sector público. "Se puede garantizar con una gestión privada, siempre que se cuantifique aparte la aportación pública en función del objetivo de un cierto grado de autoabastecimiento energético".

La fórmula del contrato programa entre el Estado y la empresa, pública o privada, puede ser buena, según Alvarez Cascos. "Pero siempre que se cumpla", afirma, "porque lo que es una vergüenza es que un contrato programa finalice con un radical incumplimiento y días después los mismos interlocutores firmen otro nuevo".

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