Movilización sin precedentes en Israel para encontrar al policía secuestrado
En el marco de una movilización sin precedentes, millares de israelíes, soldados, policías, guardias fronterizos, agentes de seguridad y voluntarios de la guardia civil rastrean el país para encontrar a Nisim Toledano, el policía de fronteras de 29 afios secuestrado por un comando de la organización íntegrista Hamás en Lod, cerca de Tel Aviv, en el corazón del Estado de Israel.
Gaza y CisJordania están cerradas y cortadas del territorio israelí con el fin de facilitar la operación. Centenares de palestinos han sido detenidos durante las últimas 24 horas. En el cuartel general de la poli...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
En el marco de una movilización sin precedentes, millares de israelíes, soldados, policías, guardias fronterizos, agentes de seguridad y voluntarios de la guardia civil rastrean el país para encontrar a Nisim Toledano, el policía de fronteras de 29 afios secuestrado por un comando de la organización íntegrista Hamás en Lod, cerca de Tel Aviv, en el corazón del Estado de Israel.
Gaza y CisJordania están cerradas y cortadas del territorio israelí con el fin de facilitar la operación. Centenares de palestinos han sido detenidos durante las últimas 24 horas. En el cuartel general de la policía se piensa que Nisim Toledano está ence rrado en la región de Lod, en los alrededores del aeropuerto inter nacional Ben Gurión, es decir, en la misma zona donde lo secues traron. Parece evidente que semejante revelación tiene como objetivo alarmar a sus secuestradores e inducirlos así a salir de su escondrijo con su rehén para llevarle a otro lugar. Las fuerzas de policía que rastrean el barrio calle por calle, con la ayuda de helicópteros, no tendrían entonces dificuldad para detectarlos. El ultimátum de Hamás, que amenazaba con ejecutar a su rehén si el líder de la organización, el jeque Ahmed- Yasín, encarcelado en Israel, no recuperaba la libertad en un plazo de 24 horas, no se cumplió. Un portavoz de este movimiento reiteró ayer en Amán (Jordania) su exigencia de intercambiar el jeque por Nisim Toledano.
Pero las autoridades israelíes esperan antes de todo alguna sefial que les demuestre que el rehén está con vida. El Gobierno de Tel Aviv se encuentra frente a un verdadero dilema. Intercambiar a Nisim. Toledano por Ahmed Yasín significa ceder ante las exigencias de Hamás y exponerse así a otros secuestros, con exigencias cada vez más exorbitantes. Negarse al intercambio significa enviar a Toledano a la muerte.
En cualquier caso, se teme en Israel que el prestigio de Hamás se fortalezca en detrimento de la corriente realista palestina, cuyos dirigentes están negociando con Israel en Washington.
La oposición derechista israelí, mientras tanto, reclama firmeza. "Hay que recordar que centenares de asesinos de Hamás se pudren en nuestras cárceles, y advertir que, si algo le pasa a Toledano, lo pagarán con su vida", afirmó incluso el diputado del Likud Tzahi Hanegbi.