Dos legionarios españoles, heridos leves en Bosnia por la explosión de una mina

Dos legionarios españoles resultaron heridos levemente ayer cerca de la localidad bosnia de Stolac, al arrastrar el Nissan Patrol en que viajaban una mina de tracción. El sargento primero Santiago Serrano Díaz, de 28 años, y el cabo Antonio Bascuñana Olea, de 19, se dirigían a un encuentro entre serbios y croatas que, bajo los auspicios de la Cruz Roja, negocian el intercambio de cadáveres y prisioneros.

Según fuentes del cuartel de Divulje, base de los cascos azules españoles, los dos legionarios fueron atendidos en el puesto quirúrgico avanzado de Jablanica, a 85 kilómetros de Sarajev...

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Dos legionarios españoles resultaron heridos levemente ayer cerca de la localidad bosnia de Stolac, al arrastrar el Nissan Patrol en que viajaban una mina de tracción. El sargento primero Santiago Serrano Díaz, de 28 años, y el cabo Antonio Bascuñana Olea, de 19, se dirigían a un encuentro entre serbios y croatas que, bajo los auspicios de la Cruz Roja, negocian el intercambio de cadáveres y prisioneros.

Según fuentes del cuartel de Divulje, base de los cascos azules españoles, los dos legionarios fueron atendidos en el puesto quirúrgico avanzado de Jablanica, a 85 kilómetros de Sarajevo, y se recuperan con toda normalidad de sus heridas. Tanto para el subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Máximo Cajal, que ayer visitó dicho cuartel, como para el coronel Francisco Javier Zorzo, máximo responsable de las unidades españolas en la antigua Yugoslavia, "se trata del incidente más grave sufrido hasta el momento por nuestras fuerzas".Los dos militares sufrieron a las 10.30 de la mañana de ayer heridas de metralla en distintas partes del cuerpo cuando el Nissan Patrol en que viajaban arrastró una mina de tracción, que destrozó los neumáticos anteriores del vehículo.

Se trata de un tipo de mina- trampa, que se esconde a un lado de la carretera, y explosiona en el momento que un vehículo presiona el cable tendido unos 30 centímetros por encima de la calzada, tirando del seguro. La explosión se produjo a unos 600 metros de la localidad de Stolac, en la línea de separación entre las fuerzas y serbias y croatas en la región de Herzegovina.

Según el parte médico facilitado en la tarde de ayer, el sargento Serrano sufre "erosiones varias en la frente y el cuello, herida penetrante en mano derecha que afecta al segundo dedo y articulación del quinto dedo. No hay alteración funcional de la mano.Herida contusa en la cara interna de la rodilla izquierda de dos centímetros sin que afecte a la articulación".

Por lo que respecta al cabo Bascuñana, sufre "herida penetrante por metralla en el tobillo izquierdo sin afectar a la articulación, y erosión facial". Los dos heridos fueron explorados radiológicamente en Jablanica, donde se encuentra un destacamento de unos 180 soldados españoles, y "evolucionan favorablemente", según el parte.

Camión accidentado

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"La Virgen del Carmen y la Virgen de Maribor nos han salvado por esta vez. Es no sólo el incidente más grave que hemos sufrido desde que estamos aquí, sino que, en realidad, es el primer incidente", declaró ayer en el cuartel de Divulje, a 23 kilómetros de Split, el coronel Zorzo. En esa valoración coincidió con el segundo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Máximo Cajal, que ayer concluyó precisamente en Split una visita de tres días a la antigua Yugoslavia.Los dos soldados heridos no participaban en una misión de escolta de los convoyes humanitarios de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), tarea primordial de las tropas españolas desplazadas a la zona, sino que se dirigían a preparar el escenario (levantar una tienda de campaña) para una reunión entre serbios y croatas.

Estas reuniones entre los contendientes en la zona fueron animados desde un principio por el general español Luis Martínez Coll, adjunto al jefe de los cascos azules en Bosnia-Herzegovina.

Martínez Coll estuvo a punto de sufrir en sus propias carnes el estallido de una mina de las mismas características cuando se encaminaba, hace dos semanas, a preparar una reunión entre serbios y croatas como la que ayer provocó el primer derramamiento de sangre de los cascos azules españoles enviados a Bosnia. El conductor de Martínez Coll descubrió a tiempo el cable de la mina y pudo evitar la explosión.

Otros dos legionarios resultaron heridos leves a las 6.30 de la mañana de ayer, al volcar un camión de transporte logístico de la agrupación española. El accidente de tráfico se produjo junto. a la localidad croata de Opuzen, cerca de la frontera con Bosnia. Los heridos, el sargento Emiliano García Guijo y el cabo Ignacio Alonso Sánchez, fueron trasladados al hospital de Metkovic.

Por otra parte, cinco legionarios fueron repatriados el pasado jueves, por motivos disciplinarios, en el avión de la Fuerza Aérea que enlaza semanalmente con el cuartel general de la agrupación española en Divulje, a 23 kilómetros de Split, según confirmó ayer el Ministerio de Defensa. Uno de los repatriados, un legionario destinado en Melilla, lo fue por haber quebrantado un arresto anterior, mientras que los otros cuatro, del tercio de Ronda (Málaga), lo fueron, según la versión oficial, por "crear situaciones conflictivas", es decir, por intentar agredir a un cabo primero.

Es la primera vez que el jefe del contingente, coronel Zorzo, decide devolver a España a varios de sus subordinados para mantener la disciplina.

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