Una manifestación de agricultores paraliza una ciudad belga en la frontera con Francia
Varios cientos de agricultores belgas y franceses bloquearon ayer, atravesando sus tractores en las calles, la ciudad de Tournai, al sur de Bélgica, ya en la frontera con Francia.
Esa acción destinada a pedir la suspensión del acuerdo agrícola alcanzado por la Comisión Europea y Estados Unidos, es una más de las numerosas protestas de los agricultores franceses y belgas, tal vez los más activos contra el pacto de Washington. En la noche del viernes al sábado, grupos de agricultores belgas apedrearon la casa del ministro de Agricultura, André Bourgeois, y después cortaron la autopist...
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Varios cientos de agricultores belgas y franceses bloquearon ayer, atravesando sus tractores en las calles, la ciudad de Tournai, al sur de Bélgica, ya en la frontera con Francia.
Esa acción destinada a pedir la suspensión del acuerdo agrícola alcanzado por la Comisión Europea y Estados Unidos, es una más de las numerosas protestas de los agricultores franceses y belgas, tal vez los más activos contra el pacto de Washington. En la noche del viernes al sábado, grupos de agricultores belgas apedrearon la casa del ministro de Agricultura, André Bourgeois, y después cortaron la autopista París-Bruselas en colaboración con sus colegas franceses.
Este conjunto de protestas culminarán el próximo día 1 de diciembre con una gran manifestación de agricultores comunitarios que se celebrará en Estrasburgo.
Por otra parte, el Gobierno italiano ha anunciado que solicitará a la CE "la renegociación de algunos aspectos de la reforma de la Política Agraria Común (PAC), y el retoque de algunos puntos del acuerdo alcanzado en el ámbito del GATT".
Las reservas de las autoridades italianas se centran en las subvenciones a la exportación de los productos mediterráneos y la reducción de la superficie cultivada de soja.
Mientras tanto, el Centro Nacional de Jóvenes Agricultores (CNJA) hizo público ayer un análisis en el que se concluye que "el acuerdo alcanzado entre la Comisión Europea y Estados Unidos podría reducir a la mitad el conjunto de la población agraria española en un plazo no, superior a los seis años".