El Vaticano vienés

El complejo del Hofburg, situado en el corazón del casco antiguo de Viena, es "sólo comparable con el conjunto arquitectónico del Vaticano", asegura el experto en Historia del Arte Félix Czeike. Las construcciones del Hofburg se iniciaron en 1215. El palacio tuvo varios procesos de ampliaciones y renovaciones que lo han transformado en un espejo excepcional de estilos arquitectónicos y de periodos históricos.La destrucción de la Redoutensaal es irreparable, pero no había allí objetos de arte de primera categoría, con la excepción de dos gobelinos del siglo XVIII, tasados en alrededor de cuatro...

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El complejo del Hofburg, situado en el corazón del casco antiguo de Viena, es "sólo comparable con el conjunto arquitectónico del Vaticano", asegura el experto en Historia del Arte Félix Czeike. Las construcciones del Hofburg se iniciaron en 1215. El palacio tuvo varios procesos de ampliaciones y renovaciones que lo han transformado en un espejo excepcional de estilos arquitectónicos y de periodos históricos.La destrucción de la Redoutensaal es irreparable, pero no había allí objetos de arte de primera categoría, con la excepción de dos gobelinos del siglo XVIII, tasados en alrededor de cuatro millones de pesetas. Según el presidente de la oficina de conservación de monumentos nacionales, Gerhard Sailer, "la catástrofe podría haber sido peor" si las llamas hubieran alcanzado a la cámara de los tesoros, donde se exhiben joyas de incalculable valor de la dinastía de los Hasburgo.

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La Redoutensaal tuvo múltiples usos desde la II Guerra Mundial, desde teatro para estrenos de ópera, sala de conferencias y salón de banquetes. Por las transformaciones que exigían sus funciones, las obras de arte de mayor. valor fueron trasladadas a otros edificios. "Los daños sentimentales son mayores que los materiales", dijo Saller, y aseguró que planean una reconstrucción exacta de esa sala de estilo barroco, para lo que cuentan con fotografías con las medidas exactas y documentación sobre todos los detalles del edificio.

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