Miles de comunistas celebran la revolución coreando "¡vete, Yeltsin!"

Miles de nostálgicos comunistas marcharon ayer por las canes de Moscú y otras ciudades rusas para conmemorar el 75º aniversario de la revolución bolchevique y pedir la dimisión del presidente Borís Yeltsin. En Moscú, alrededor de 30.000 personas se reunieron en la plaza de Kaluga (ex plaza de Octubre), a los pies del gran monumento a VIadímir Lenin, el fundador del Estado soviético, y después marcharon hasta la plaza de Manezh, junto al Kremlin, donde organizaron un mitin. Al mismo tiempo, los democristianos rusos recordaron en una misa a los caídos en las siete décadas de dictadura comunista....

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Miles de nostálgicos comunistas marcharon ayer por las canes de Moscú y otras ciudades rusas para conmemorar el 75º aniversario de la revolución bolchevique y pedir la dimisión del presidente Borís Yeltsin. En Moscú, alrededor de 30.000 personas se reunieron en la plaza de Kaluga (ex plaza de Octubre), a los pies del gran monumento a VIadímir Lenin, el fundador del Estado soviético, y después marcharon hasta la plaza de Manezh, junto al Kremlin, donde organizaron un mitin. Al mismo tiempo, los democristianos rusos recordaron en una misa a los caídos en las siete décadas de dictadura comunista.

"¡Vete Yelstin!", "¡Fuera el Gobierno de Gaidar!", decían algunas de las pancartas que, entre banderas de la desaparecida URSS, llevaban los manifestantes. Diferentes grupos de comunistas fueron los organizadores del aniversario de la revolución bolchevique, que sigue siendo día festivo a pesar de los cambios ocurridos y de la vocación capitalista que manifiesta el actual Gobierno.-Los que desean que el 7 de noviembre deje de ser Fiesta nacional, incluso en la capital, son minoría, según una encuesta realizada en vísperas de este aniversario: el 51% de los moscovitas desea que este día siga siendo festivo, mientras que el 39% desearía que se le agregara a las fiestas de año nuevo. Al 10% restante le da igual cuándo tomarse un día libre.

La plaza Roja, antiguo escenario de pomposas paradas y manifestaciones en el día de la revolución bolchevique, permaneció ayer cerrada por obras mera coincidencia con el aniversario, según las autoridades capitalinas- y sólo 50 personas pudieron entrar en ella para depositar una ofrenda floral en el mausoleo de Lenin. La momia del líder bolchevique sigue reposando en el corazón de Moscú, y los soldados del Kremlin continúan cumpliendo ante el mausoleo la ceremonia del cambio de guardia, que hoy atrae a tantos turistas como en la época soviética.

Mijaíl Gorbachov, ex presidente de la URSS, confesó en una entrevista publicada ayer por el periódico Komsomólskaya Pravda que este año no envió ni una sola tarjeta de felicitación con motivo del aniversario de la revolución socialista de 1917, rompiendo así una costumbre de toda la vida. Sin embargo, insistió en que el 7 de noviembre "es un gran día" y que así "lo comprenderá la sociedad" en el futuro.

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Gorbachov subrayó que Rusia necesita una nueva política y, por ello, es indispensable introducir cambios en el Gobierno. "Con el actual equipo no se aplicará otra política: eso está claro", dijo, aunque opinó que el primer ministro, Yegor Gaidar, debía seguir en su puesto.

Al mismo tiempo, el ex presidente soviético se mostró convencido de que Yeltsin no introducirá el estado de excepción en todo el país, pues ello significaría reconocer el fracaso de su política. Además, de "las últimas declaraciones del presidente, del Gobierno y del Parlamento se puede concluir que se ha tomado el curso hacia la unificación de todas las fuerzas reformistas", opinó.

"Si los actuales dirigentes logran tomar la iniciativa con una nueva política y un nuevo equipo de coalición, entonces podremos mantener el proceso de cambios", dijo Gorbachov en otra entrevista, concedida a Nezavísimaya Gazeta.

Los miembros del Movimiento Demócrata Cristiano (MDC) conmemoraron el aniversario bolchevique de una manera muy diferente a los comunistas: se reunieron en la plaza Lubianka -célebre porque allí está la sede del nuevo KGB- para recordar a "todos los fusilados, torturados y perecidos en la tierra rusa durante los últimos 75 años".

"Es una blasfemia hacer una fiesta de este día de luto", dijo el diputado Víktor Aksiuchits, líder del MDC. Después de una misa se organizó una procesión con cánticos y emblemas eclesiásticos hasta el lugar donde se planea reconstruir la iglesia de Cristo Salvador.

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