La participación femenina representa solo un 11% en las instituciones de la CE

En las faldas del monte Pnix, donde nació la democracia en el siglo V, destacadas mujeres representantes de la vida política y social de la CE comprobaron ayer sin sorpresas que la participación femenina en las instituciones sólo ha llegado al 11%. "Es inaceptable", dijo la comisaria europea Vasso Papandreu durante la cumbre de Mujeres en el Poder, inaugurada ayer en Atenas, donde se llegó a calificar de "apartheid sexual" la vida política europea.

Si los primeros balbuceos democráticos, en una pequeña explanada frente a la Acrópolis, fueron un coto vedado para las mujeres, las cosa...

En las faldas del monte Pnix, donde nació la democracia en el siglo V, destacadas mujeres representantes de la vida política y social de la CE comprobaron ayer sin sorpresas que la participación femenina en las instituciones sólo ha llegado al 11%. "Es inaceptable", dijo la comisaria europea Vasso Papandreu durante la cumbre de Mujeres en el Poder, inaugurada ayer en Atenas, donde se llegó a calificar de "apartheid sexual" la vida política europea.

Si los primeros balbuceos democráticos, en una pequeña explanada frente a la Acrópolis, fueron un coto vedado para las mujeres, las cosas no han ido mucho más lejos 1.500 años después. Aunque la población femenina representa el 51% de la ciudadanía europea, su participación tanto en Gobiernos y Parlamentos como en la Comisión Europea sólo alcanza el 11,5%, según expuso ayer Vasso Papandreu, una de las dos comisarias con que cuenta la comisión.Son datos de un estudio, aún no publicado, que ha elaborado una red de expertas europeas a la que pertenece la española Carlota Bustelo, ex directora del Instituto de la Mujer. España ocupa una posición intermedia en cuanto a la participación femenina en la política: un 13,9% en el Congreso y Senado (la media de la CE es del 11%) y un 11,1% en el Gobierno (dos ministras). De todos los titulares de ministerios de la Europa comunitaria, 57 son mujeres y 515 hombres. Ningún Gobierno tiene como presidente a una mujer.

El informe revela que el mayor porcentaje de participación femenina se observa en los partidos del grupo de Los Verdes (con un 22,2% de mujeres), seguido por los de la izquierda europea (en el que se inscribe Izquierda Unida), con un 20,5%.

"La toma de decisiones es la base de la participación social", dijo Papandreu. "Debemos, por tanto, ampliar allí la presencia de mujeres para satisfacer sus propias necesidades y también por otra razón: para formar a la opinión pública". Destacó también la importante presencia de mujeres en los medios de comunicación social, "que son los espejos de nuestra sociedad".

Democracia imperfecta

La sociedad europea que se va dibujando en esta reunión es la de "una democracia sin mujeres". Por ello, Elisabeth Sledziewski, profesora de la Universidad Robert Schumann, de Estrasburgo (Francia), consideró esencial que los dirigentes del modelo democrático occidental "eviten el triunfalismo y se interroguen sobre su validez". "Cuál no debe ser su modestia", subrayó, "ante la contradicción más flagrante de nuestro sistema universal igualitario y pluralista: la persistencia de hecho de un apartheid sexual en materia de participación en la vida política". El europeo no es un modelo a exportar en los albores del siglo XXI, vino a decir Sledziewski.A la misma hora de máxima audiencia de culebrones en España, Celia Amorós, directora del Instituto de Investigación Feminista, explicaba en Atenas el lastre que ha supuesto para la mujer la "negación de su individualidad" a lo largo de la historia. "Las mujeres no hemos sido consideradas como sujetos de contrato social, sino como objeto de transacción de los pactos entre hombres", afirmó. Desde este punto de vista, destacó la importancia del movimiento feminista para luchar por el acceso de las mujeres al espacio público.

Más del 70% de los españoles se ha mostrado a favor de una mayor presencia de mujeres en las instituciones políticas, según una reciente encuesta del Instituto de la Mujer avanzada ayer a EL PAÍS por su directora, Purificación Gutiérrez, que asiste a esta cumbre europea.