Ninguna de las empresas con afectados por el 'síndrome Ardystil' cumplía las normas sanitarias

Ninguna de las empresas valencianas con afectados por el síndrome Ardystil cumplía con la legislación laboral y sanitaria cuando sus trabajadores contrajeron la enfermedad. A este dato, confirmado por la Dirección General de Trabajo valenciana, se sumó ayer la orden oficial de desmantelamiento de todas las empresas dedicadas a la aerografía textil. Tres de las sustancias utilizadas en los talleres de aerografía son altamente tóxicas y dos de ellas incluso cancerígenas, según CC OO. El número de afectados de fibrosis pulmonar se eleva ya a 55.

La orden de desmantelamiento, que sigue al d...

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Ninguna de las empresas valencianas con afectados por el síndrome Ardystil cumplía con la legislación laboral y sanitaria cuando sus trabajadores contrajeron la enfermedad. A este dato, confirmado por la Dirección General de Trabajo valenciana, se sumó ayer la orden oficial de desmantelamiento de todas las empresas dedicadas a la aerografía textil. Tres de las sustancias utilizadas en los talleres de aerografía son altamente tóxicas y dos de ellas incluso cancerígenas, según CC OO. El número de afectados de fibrosis pulmonar se eleva ya a 55.

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La orden de desmantelamiento, que sigue al decreto de suspensión cautelar de fábricas dedicadas a la aerografía textil, en activo fue comunicada por la Generalitat de Valencia en una reunión mantenida ayer a puerta cerrada en el Ayuntamiento de Alcoy (Alicante) con los empresarios y la patronal del sector.La discusión fue muy tensa. La medida implica la desaparición de este tipo de industria en el País Valenciano. Hasta ayer, mantenían la producción siete empresas -otras dos ya estaban cerradas-. Ninguna de estas industrias podrá reabrir sus puertas sin certificar previamente un cambio en su actividad y con el consentimiento oficial de la administración sanitaria. Los materiales empleados para la aerografía han de ser retirados de las empresas, según la orden de la Generalitat. La dureza de la medida -tanto el cierre como el desmantelamiento son ejecutivos a partir de hoy- responde a que no se conoce todavía el agente causal de la enfermedad, según el director de Trabajo, Eduardo Montesinos.

"No se pueden arriesgar vidas, por muchas medidas que se tomen; es mejor cerrar y desmantelar", afirmó Montesinos, quien recriminó públicamente a los empresarios del sector por no haber implantado las medidas de seguridad e higiene necesarias cuando iniciaron su actividad. "Deberían haberlas implantado no ya por una cuestión legal sino ética y moral", recalcó Montesinos, para añadir: "El máximo interés es la defensa del trabajador y éstos están en peligro".

Gritos y lloros

La Dirección de Trabajo confirmó a EL PAÍS que en el momento en que los trabajadores contrajeron la enfermedad, que ya ha segado cinco vidas, ninguna de las empresas cumplía la legislación laboral ni de seguridad e higiene.La orden de la Generalitat hizo ponerse de jarras a más de un empresario. "Esto es nuestro fin", dijo con ojos enrojecidos uno de los propietarios al salir de la reunión. El dueño de Ardystil no asistió a la negociación. Según CC OO, la empresa Ardystil fue ya sancionada en 1989 por no cumplir las medidas de seguridad, y en 1990 la empresa reabrió sin solicitar permiso de apertura.

El contrapunto al malestar de los empresarios lo dio el padre de uno de los afectados. Durante más de una hora -la reunión duró tres-, Antonio Calatayud esperó para "ver las caras" de los que, a su juicio, han llevado al hospital de Alicante a su hijo David, de 18 años. David trabajó en Ardystil durante nueve meses. Nunca tuvo contrato. Hasta hace poco era uno más de los cincuenta afectados que pasaba la revisión sanitaria periódicamente, sin tener que estar hospitalizado. "Ahora está grave, le han cambiado el tratamiento, pero ni los médicos saben lo que tiene. ¡No hay derecho!", gritó llorando en el Ayuntamiento de Alcoy, Antonio Calatayud.

El desmantelamiento y el cierre serán acompañados, como contrapartida, por ayudas oficiales para la "reconversión" del sector. El director general de Industria, Luis Domenech, indicó que la Generalitat está dispuesta a prestar a los empresarios toda la ayuda necesaria, tanto económica como tecnológica, para llevar a buen puerto la reconversión.

Antonio Gutiérrez secretario general de CC OO exigió ayer al Gobierno la declaración de la fibrosis pulmonar como enfermedad laboral para que los trabajadores afectados por la intoxicación puedan beneficiarse de la protección legal que ello comporta y pidió la inmediata aprobación de la Ley de Seguridad e Higiene en el Trabajo "para evitar que se repita la tragedia que vivimos".

Comisiones Obreras denunció en Madrid el secretismo con que se está llevando la investigación sobre las causas de la enfermedad, que ya se ha cobrado cinco víctimas entre los trabajadores de la industria de la aerografía. "Este secretismo sobre los 10 productos tóxicos presuntamente implicados en la intoxicación permite que otras empresas, que tal vez los están utilizando de forma inadecuada, los sigan utilizando, exponiendo así a los trabajadores a un grave peligro", dijo Francisco Rodrigo secretario de salud de CC OO del País Valenciano.

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