El tribunal Supremo de Brasil autoriza el debate para destituir a Collor

El Tribunal Supremo Federal brasileño decidió en Brasilia, en la noche del miércoles, no ampliar el plazo de defensa del presidente Fernando Collor de Mello y admitió la votación pública en la Cámara de Diputados para decidir sobre el procesamiento del primer mandatario brasileño. Se espera que la votación decisiva en la Cámara sobre el procesamiento se celebre los primeros días de la semana próxima. Collor cesaría en el cargo durante 180 días para ser juzgado en el Senado, si así lo decide una mayoría de dos tercios de los diputados.

El fallo del Supremo se considera un duro golpe a la...

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El Tribunal Supremo Federal brasileño decidió en Brasilia, en la noche del miércoles, no ampliar el plazo de defensa del presidente Fernando Collor de Mello y admitió la votación pública en la Cámara de Diputados para decidir sobre el procesamiento del primer mandatario brasileño. Se espera que la votación decisiva en la Cámara sobre el procesamiento se celebre los primeros días de la semana próxima. Collor cesaría en el cargo durante 180 días para ser juzgado en el Senado, si así lo decide una mayoría de dos tercios de los diputados.

El fallo del Supremo se considera un duro golpe a las posibilidades de Collor, de 43 años, para mantenerse en la presidencia después de las acusaciones de corrupción, investigadas por una comisión parlamentaria. La táctica de Collor, con su petición al Supremo de una votación secreta y la ampliación del plazo de defensa, tenía dos objetivos: evitar que la presión popular obligase a los diputados a votar a favor del procedimiento de destitución y aplazar la votación en la Cámara hasta después de las elecciones municipales del próximo 3 de octubre.En una sesión histórica, transmitida por primera vez por televisión, el Supremo decidió por ocho votos contra uno que la votación en la Cámara será pública. Los jueces se pronunciaron a favor del criterio de que el voto secreto es para los electores, pero los diputados deben rendir cuenta pública ante sus votantes. Desde hace días Brasilia se había convertido en un auténtico mercado persa para la compra de votos de diputados. Los operadores políticos de la presidencia manejaban el viejo principio de la política brasileña dando se recibe y estaba en marcha el reparto de prebendas para los diputados, aprobación de fondos para obras públicas en sus distritos electorales y hasta sobornos más o menos encubiertos. Se manejaban cifras de hasta dos millones de dólares (más de 200 millones de pesetas) por apoyar a Collor en caso de votación abierta.

También fracasó Collor en el intento de ampliar el plazo de defensa. Por seis votos contra tres los jueces consideraron que el presidente ya ha tenido tiempo suficiente para defenderse ante la Cámara. La parte sustancial de la defensa de Collor deberá producirse ante el Senado, si efectivamente dos tercios de los diputados aprueban el procesamiento del presidente.

Decenas de manifestantes siguieron ante las puertas del Tribunal Supremo en Brasilia, a través de un televisor, las exposiciones de los jueces. Los manifestantes habían elaborado una alfombra de flores con los colores de la bandera nacional, pero llevaban prendas de color negro, que simboliza la exigencia de destitución de Collor. La decisión del Supremo se acogió con gritos de júbilo de los manifestantes, besos, abrazos y fuegos artificiales. Los manifestantes se tomaron de las manos y abrazaron el edificio del Supremo. Algunos besaron la estatua de la justicia. El principal de los asesores legales de Collor estuvo a punto de ser agredido y otro abogados del presidente abandonaron el lugar a través de los sotanos del edificio.

El portavoz del Gobierno Etevaldo Días, reconoció, tras conocer el fallo del Supremo que la batalla ha pasado ahora del campo jurídico al político Collor parece decidido a defenderse, cual gato panza arriba, está dispuesto a emplear toda clase de triquiñuelas para mantenerse en el cargo. Se trata de evitar que en la, Cámara se llegue a la mayoría de dos tercios, que supondría su alejamiento temporal de la presidencia y su juicio ante el Senado, donde tiene escasa posibilidades de ser absuelto.

En esta táctica del vale todo las llamadas fuerzas de choque de Collor intentarán ahora, con todas las mañas del filibusterismo parlamentario, aplazar la votación hasta después del tres de octubre, fecha de las elecciones municipales. Según los hombres de presidente, la elección supone una fuerte presión de la opinión pública para muchos diputados que, si votan a favor de Collor sufrirían un severo castigo en la municipales.

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