CRISIS EN LOS MERCADOS DE CAMBIO

Preocupación de los banqueros españoles

Los banqueros españoles que asisten a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) se muestran confusos y preocupados ante la situación de los mercados. El lunes por la noche, en la tradicional recepción de la embajada española en Washington, el ministro de Economía, Carlos Solchaga, y el gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, les ofrecieron un panorama muy pesimista de la situación actual.

Allí estaban Francisco Luzón (Argentaria), Emilio Ybarra (BBV), José María Amusátegui (Central Hispano), Emilio Botín (Santander), Javier Valls (Popular), José Vilarasau (C...

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Los banqueros españoles que asisten a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) se muestran confusos y preocupados ante la situación de los mercados. El lunes por la noche, en la tradicional recepción de la embajada española en Washington, el ministro de Economía, Carlos Solchaga, y el gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, les ofrecieron un panorama muy pesimista de la situación actual.

Allí estaban Francisco Luzón (Argentaria), Emilio Ybarra (BBV), José María Amusátegui (Central Hispano), Emilio Botín (Santander), Javier Valls (Popular), José Vilarasau (Caixa), Jaime Terceiro (Cajamadrid) y José Luis Leal (AEB), entre otros, intentando sacar conclusiones de lo que había sucedido en las semanas anteriores. Pero lo único que sacaron en limpio es que el ministro no apuesta por una recuperación hasta dentro de 18 meses, que el fin de las tensiones monetarias tan sólo depende de que Alemania, Francia y Gran Bretaña solucionen sus disputas personales, y que la causa de la reciente turbulencia financiera hay que buscarla en la reunión de mistros de Finanzas en Bath el 5 de septiembre.

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Rojo era de los más pesimistas. No quiso hacer comentarios para publicar, pero se mostró escéptico sobre una rápida solución de las tensiones. Tanto el gobernador, como su antiguo alumno Carlos Solchaga, pusieron todas sus esperanzas en que los gobiernos de Alemania y Francia cedan lo suficiente y lo suficientemente rápido, como para que el SME vuelva a normalizarse sin sufrir daños irreparables.

Amusátegui se declaraba ignorante para predecir lo que iba a suceder. Ybarra se alineaba, aunque con poco convencimiento, con los que piensan que hay que modificar aspectos del proceso de unión monetaria, mientras que José Luis Leal, presidente de la patronal bancaria no quería ni oir hablar de reformas a Maastricht.

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