El Gobierno de Italia pide al Parlamento tres años de poderes especiales para salvar la lira

El Gobierno italiano acordó ayer pedir al Parlamento con carácter urgente una delegación de poderes durante tres años para imponer por decreto medidas de contención del déficit público. Junto a ello, el Gabinete, presidido Giuliano Amato, anunció la próxima privatización de Crédito Italiano, la primera empresa importante que saldrá de las manos públicas. Las dos medidas responden al objetivo declarado de cortar las especulaciones que parecen hacer inevitable una próxima devaluación de la lira."Creemos que estas decisiones son suficientes para calmar a los operadores", dijo Amato en una confere...

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El Gobierno italiano acordó ayer pedir al Parlamento con carácter urgente una delegación de poderes durante tres años para imponer por decreto medidas de contención del déficit público. Junto a ello, el Gabinete, presidido Giuliano Amato, anunció la próxima privatización de Crédito Italiano, la primera empresa importante que saldrá de las manos públicas. Las dos medidas responden al objetivo declarado de cortar las especulaciones que parecen hacer inevitable una próxima devaluación de la lira."Creemos que estas decisiones son suficientes para calmar a los operadores", dijo Amato en una conferencia de prensa. Otros destinatarios del mensaje del Gobierno son los empresarios, a los que el Ejecutivo trata de convencer de su voluntad de actuar sobre los problemas financieros de fondo del Estado, y de no recurrir a nuevas subidas del tipo de interés.

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El pasado viernes, la Banca de Italia, para defender a la lira elevó su tipo preferente al récord europeo del 15%. Los grandes industriales italianos gritaron que el encarecimiento del crédito ahogaba a sus empresas, mientras la Bolsa, ya baja, se hundía por efecto de la medida.

En cualquier caso, los acuerdos del Consejo de Ministros de ayer quedaron por debajo de las expectativas de Luigi Abate, presidente de la Confindustria, la patronal italiana, quien. el martes había pedido en voz alta que se recortara por decreto un gasto público que está llevando por en cima de la cota de los 160 billones de liras (13 billones de pesetas) el déficit, programado para este año en 120 billones de pesetas. Los poderes del Gobierno responderán a los criterios que se fijen en la Ley de Delegación, aunque es claro que deberán facilitar la adopción de recortes del gasto público que hoy difícilmente llegan a tiempo, porque las discusiones parlamentarias se eternizan. Una comisión bicameral asistirá al Ejecutivo, que sólo actuará por esta vía excepcional si se lo pide el Banco de Italia, en atención a circunstancias "de grave riesgo para la economía".

Republicanos, ex comunistas y el resto de los partidos no incluidos en la exigua mayoría de 16 escaños que el Gobierno de Amato tiene en la Cámara, tienden a oponerse a estas delegaciones de poder. Hasta el punto, de que todavía no han sido aprobadas las delegaciones específicas para reducir los gastos en Sanidad y otros capítulos solicitadas por Amato el pasado mes de julio, en el contexto de un programa económico de emergencia.

Por lo que se refiere al crédito italiano, Amato señaló que su Gabinete está dispuesto a ceder a los privados la mayoría absoluta de la empresa. Piero Barucci, ministro del Tesoro, estimó que la operación debería proporcionar al Estado unos cuatro billones de liras.

La flor y nata del mundo empresarial italiano de Arturo Ferrucci a Giovanni Agnelli y sus más notables economistas exigieron al Gobierno, durante un congreso celebrado el pasado fin de semana, que diera una señal inequívoca de su voluntad de privatizar. Es lo que ayer hizo Amato.

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