El Estado necesita más de 4,6 billones de pesetas de financiación hasta fin de año

Las necesidades de financiación del Estado superan los 4,6 billones de pesetas de aquí a fin de año, debido al apretado calendario de amortizaciones del último cuatrimestre del año y a la obligación de devolver la apelación al Banco de España antes del 31 de diciembre próximo. Estas previsiones han llevado a los operadores a apostar por nuevas subidas de los tipos de interés de la deuda pública, cuya primera subasta de letras del Tesoro a seis meses está prevista para hoy. El mercado ofrece signos de preocupación y los inversores extranjeros han iniciado un proceso de desinversión, tanto en de...

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Las necesidades de financiación del Estado superan los 4,6 billones de pesetas de aquí a fin de año, debido al apretado calendario de amortizaciones del último cuatrimestre del año y a la obligación de devolver la apelación al Banco de España antes del 31 de diciembre próximo. Estas previsiones han llevado a los operadores a apostar por nuevas subidas de los tipos de interés de la deuda pública, cuya primera subasta de letras del Tesoro a seis meses está prevista para hoy. El mercado ofrece signos de preocupación y los inversores extranjeros han iniciado un proceso de desinversión, tanto en deuda pública -el saldo de no residentes cayó en 177.409 millones de pesetas, un 6,6%, entre julio y agosto- como en las bolsas españolas.

La Dirección General del Tesoro dará hoy a conocer los resultados de la primera subasta de letras a seis meses, que se ha visto obligada a emitir ante la falta de renovaciones de las letras a un año vencidas en las últimas semanas y a la descompensación de los tipos en favor del cortísimo plazo. Solamente en agosto, el Tesoro ha dejado sin renovar 450.000 millones en letras y 166.400 en pagarés -activo a extinguir- por falta de demanda a tipos de interés altos.Esta cirscunstancia, unida al apretado calendario de amortizaciones de deuda pública hasta fin de año y al proceso de desinversión extranjera en España, ha llevado a los operadores a apostar por una nueva subida de los tipos de interés, que ya rondan el 13%, tanto en letras, como en certificados de depósitos (CBEs), de los que hoy también hay subasta decenal.. A la subasta de mañana seguirá una larga lista de emisiones que permitan renovar los más de 1,5 billones de pesetas de letras del Tesoro que vencen en el último cuatrimestre del año y los 765.165 millones correspondientes a amortizaciones de bonos del Estado -la emisión de bonos está prevista el 25 de octubre-

A estas cifras hay que añadir además cerca de 300.000 millones de pesetas de pagarés del Tesoro pendientes de vencimiento y que no acudieron al canje por deuda especial, además de los 600.000 millones de pesetas previstos de financiación del déficit de caja del Estado para el último cuatrimestre del año y la devolución al Banco de España de los 777.000 millones que les ha entregado a lo largo del año -la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1992 obliga a dejar en cero la apelación a la autoridad monetaria el 31 de diciembre-.

Mercado enrarecido

Las emisiones se producirán además en medio de un mercado enrarecido por la inestabilidad del Sistema Monetario Europeo tras el desplome del dólar. La fortaleza del marco y los altos tipos de interés en Alemania han llevado además a, que los inversores extranjeros hayan iniciado un proceso de desinversión de sus carteras de deuda pública en España. También la renta variable ha sufrido un cierto abandono por parte de los inversores extranjeros, aunque no tanto en renta fija, por los bajos precios de las bolsas españolas y la falta de demanda.

Los datos del Tesoro muestran una reducción de 177.409 millones de pesetas -un 6,6% del total de inversiones extranjeras en letras, bonos y obligaciones-, desde principios de julio hasta final de agosto, en que el volumen cayó de 2.665.964 a 2.488.555 millones de pesetas. El peso de los extranjeros en la financiación de deuda pública española pasa así del 17% con que inició el verano al 16,3%.

El saldo vivo de la deuda pública a medio y largo plazo -bonos y obligaciones del Estadose sitúa en estos momentos en torno a los 8,7 billones de pesetas, a los que hay añadir otros 6,8 billones en letras del Tesoro y casi un billón de pagarés del Tesoro que todavía no han vencido y cuyos tenedores no quisieron canjearlos por deuda especial en 1991, cuando Hacienda realizó la regulación fiscal de esos títulos a extinguir.

La venta de los inversores extranjeros de los meses de julio y agosto rompe la tendencia al alza de ese mercado en España, quehabía sido muy atractivo durante largos meses, por los altos tipos de interés y la fortaleza relativa de la peseta. Fuentes del mercado se mostraban ayer muy pesimistas a corto y medio plazo, no sólo por la inestabilidad internacional y las oscuras perspectivas del referéndum francés sobre Maastricht, sino también por la situación de la economía española y las propias necesidades de financiación del Estado "que amenazan con inundar con emisiones que difícilmente se podrá absorber con la demanda prevista, a pesar de que sigan subiendo los tipos de interés".

Ayer, sin embargo, el mercado secundario de deuda pública mostró una ligera recuperación en sus precios, sobre a todo a largo plazo. En el corto plazo se mantuvo una escasa actividad, a la espera de la subasta de hoy y la previsible subida de los tipos de letras, del Tesoro a un año registró una subida de 0,25 puntos, situando la tasa en el 12,977%, ligeramente por encima del 12,95 al que está interviniendo el Banco de España para retirar fondos del mercado interbancario. Los analistas estiman que las emisiones de hoy superarán ampliamente la cota del 13% y que la tendencia seguirá al alza el jueves próximo en que hay una nueva subasta de letras a un año.

Falta de confianza

En cuanto a las inversiones extranjeras en las bolsas españolas, la impresión generalizada es qué se ha producido una desaceleración desde el pasado mes de junio. Sin embargo, ni el Ministerio de Economía, ni la Junta Rectora de la Bolsa tienen datos fiables de la actual situación. Las últimas estadísticas de la Dirección General de Transacciones Exteriores corresponden a 1991, en que la inversión extranjera neta en valores negociables -sociedades cotizadas, fondos de inversión y valores de deuda- se acercó a los 2 billones de pesetas, con un incremento del 147,5% respecto a 1990.

Según los analistas de las firmas Asesores Bursátiles y F&G Inversiones Bursátiles, consultados por este periódico, la demanda de inversiones extranjeras en renta variable sufrió un bajón importante a partir de los meses de mayo y junio. "Sin embargo", añaden los operadores, "los grandes fondos de inversión internacionales no han tenido oportunidad de deshacerse de todos los títulos que querían, por la falta de demanda y el bajo nivel de los precios".

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