Bush se muestra escéptico y afirma que seguirá vigilando al 'dictador iraqui"

El presidente norteamericano, George Bush, dejó claro ayer que' las espadas permanecerán en alto hasta que el líder de Bagdad, Sadam Hussein, demuestre con hechos que cumple con las resoluciones de las Naciones Unidas. Bush dijo que Estados Unidos y el mundo vigilarán de cerca las próximas actuaciones del líder iraquí, a quien calificó de "fanfarrón, dictador y comerciante de muerte", para hacerle cumplir con la legislación internacional.El presidente norteamericano no se mostró muy esperanzado por el acuerdo para la inspección del Ministerio de Agricultura, donde al menos hasta hace unas sema...

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El presidente norteamericano, George Bush, dejó claro ayer que' las espadas permanecerán en alto hasta que el líder de Bagdad, Sadam Hussein, demuestre con hechos que cumple con las resoluciones de las Naciones Unidas. Bush dijo que Estados Unidos y el mundo vigilarán de cerca las próximas actuaciones del líder iraquí, a quien calificó de "fanfarrón, dictador y comerciante de muerte", para hacerle cumplir con la legislación internacional.El presidente norteamericano no se mostró muy esperanzado por el acuerdo para la inspección del Ministerio de Agricultura, donde al menos hasta hace unas semanas se sospechaba que se ocultaban los más importantes planes de armamento de Irak, y condicionó el final de la crisis a que todas las inspecciones prosigan sin contratiempos.

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Bush, que no quiso comentar los futuros movimientos de las fuerzas desplegadas en el Golfo, enumeró una larga lista de resoluciones que el líder debe acatar. "Sadam Hussein se ha desplomado ante la presión internacional pero todavía queda mucha tensión por superar", dijo Bush nada más descender del helicóptero que le trasladaba hasta la Casa Blanca.

A pesar de su escepticismo, Bush no quiso restar méritos a la labor diplomática de la ONU que ha permitido un respiro en el enfrentamiento y felicitó públicamente al responsable de la comisión de armas de Naciones Unidas, Rolf Ekeus, por su "valor" en la negociación.

Junto con estos halagos, Bush no escatimó acusaciones personales contra el líder iraquí a quien acusó de ser una "amenaza" para su pueblo y los países vecinos. "Desde el primer momento he explicado que no se trata de un problema con el pueblo iraquí sino de las actuaciones brutales de Sadam Hussein", dijo.

La irritación de Bush era patente durante su comparecencia ante la prensa. Respecto a la afirmación de Sadam Husein de que "la madre de todas las batallas" continúa, Bush dijo: "En caso de que no haya acabado todavía, será mejor para él que la de por acabada

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