La cocinera de un bar espió para los dos atracadores que hirieron al propietario

La cocinera de un bar asaltado el domingo en Madrid fue quien informó a dos atracadores sobre el momento más adecuado para llevarse la recaudación, según la policía. El fallido golpe -los ladrones no se llevaron ni un duro- ocurrió pasada la medianoche del domingo en el restaurante Costa Verde, en el distrito de Hortaleza.Ceferino García, el dueño, un asturiano de 46 años y su hijo Adolfo, de 15, estaban a esa hora solos en la sidrería. Iban a marcharse. Entraron entonces Luisa García Cuéllar, de 28 años, una mujer con aspecto de yonqui, según recordaba después el muchacho. Y su marido ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La cocinera de un bar asaltado el domingo en Madrid fue quien informó a dos atracadores sobre el momento más adecuado para llevarse la recaudación, según la policía. El fallido golpe -los ladrones no se llevaron ni un duro- ocurrió pasada la medianoche del domingo en el restaurante Costa Verde, en el distrito de Hortaleza.Ceferino García, el dueño, un asturiano de 46 años y su hijo Adolfo, de 15, estaban a esa hora solos en la sidrería. Iban a marcharse. Entraron entonces Luisa García Cuéllar, de 28 años, una mujer con aspecto de yonqui, según recordaba después el muchacho. Y su marido Luis Mariano Alelu Esteban, de 37 años, con barba. Ella llevaba una pistola de juguete que se le desmontó cuando pretendió empuñarla. Él, una escopeta de cañón recortado. Ceferino se les enfrentó y recibió un disparo en el pecho, pero, con un cuchillo de cocina, les ahuyentó y pensó que les había herido.

La policía comunicó ayer que había detenido a los asaltantes en su casa, en una calle cercana. El hombre, muy débil, abrió la puerta a los agentes diciendo: "Ya sé a lo que vienen". Y les entregó una camisa manchada de sangre y el revólver de juguete. Aseguró que había intentado el atraco para pagar la fianza de un hijo suyo, encarcelado por un delito similar. Luis Mariano tenía tres heridas de cuchillo en la espalda y una en el abdomen. Fue evacuado al hospital de la Princesa.

Poco después fue arrestada la cocinera del bar, María Ángeles Gómez Serrano, de 28 años, acusada de informar a los asaltantes, ya que conocía a la mujer de comprarle droga. Debía recibir parte del botín por su trabajo.

Esta mujer, de gran corpulencia, se atrevió a ir a preguntar por su jefe al día siguiente del atraco, una jornada en la que ella no trabajaba. Llevaba con ella a su hija, un bebé al que le hicieron fiestas Eva y Adolfo, los dos hijos del mesonero herido, que sustituían a su padre.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En