Una conferencia de paz ampliada para Yugoslavia

El G-7 propuso ayer un nuevo formato de conferencia de paz en Yugoslavia, que incluiría no sólo a quienes se sientan actualmente en las conversaciones presididas por lord Carrington, sino también a la Comunidad Europea, las Naciones Unidas y "otras partes preocupadas por el conflicto".Los líderes de los países más poderosos insistieron en que no permitirán que la guerra civil impida el envío de ayuda humanitaria a Sarajevo y amenazaron con las armas para hacer cumplir esos compromisos.

Los siete discutieron el problema yugoslavo y redactaron un tercer comunicado -además de las tr...

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El G-7 propuso ayer un nuevo formato de conferencia de paz en Yugoslavia, que incluiría no sólo a quienes se sientan actualmente en las conversaciones presididas por lord Carrington, sino también a la Comunidad Europea, las Naciones Unidas y "otras partes preocupadas por el conflicto".Los líderes de los países más poderosos insistieron en que no permitirán que la guerra civil impida el envío de ayuda humanitaria a Sarajevo y amenazaron con las armas para hacer cumplir esos compromisos.

Los siete discutieron el problema yugoslavo y redactaron un tercer comunicado -además de las tradicionales declaraciones política y económica- sobre el tema. Esta declaración se ajusta básicamente a los puntos del documento emitido por los Doce tras la cumbre comunitaria de Lisboa, aunque supone un paso más en la escalada de declaraciones, que continuará este fin de semana en Helsinki en la reunión de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). En este sentido, el secretario de Estado de EE UU, James Baker, declaró que la diplomacia tiene todavía tiempo para actuar, y remitió cualquier operación militar a la ONU.

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También en el comunicado se contempla la posibilidad de una participación militar, pero envuelta en una nube de vaguedades y a la espera de que ésta sea una decisión de las Naciones Unidas.

La declaración contiene por otra parte la novedad de reconocer que el conflicto se está convirtiendo ya en una guerra declarada entre dos naciones, Serbia y Croacia, y por ello advierte a estos dos países "que respeten la integridad territorial de Bosnia" y que "todas las fuerzas militares no sujetas a la autoridad del Gobierno de Bosnia se retiren, se disuelvan y se desarmen, y que todas las armas sean puestas bajo el control efectivo de una autoridad internacional".

La declaración indica explícitamente que los miembros del Grupo de los Siete "no aceptan a Serbia y Montenegro como los únicos sucesores del antiguo Estado de Yugoslavia". Pide por tanto que se suspenda a la delegación yugoslava en la Conferencia para la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) y en todas las organizaciones y foros internacionales relevantes.

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[Por otra parte, según informa la agencia Reuter, Francia e Italia están considerando el envío de tropas terrestres a Bosnia con mandato de las Naciones Unidas para proteger las rutas de acceso a la ciudad de Sarajevo de los convoyes de ayuda humanitaria.]

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