El jefe indio Paiakán acepta entregarse a la justicia
El cacique indio Paulinho Paíakán, de 37 años, acusado de haber violado a una joven blanca de 18 años en Redençao (Brasil) y refugiado desde hace días en la reserva de su tribu, ha aceptado entregarse a la justicia de la ciudad de Maraba (al sur del Estado amazónico de Pará), según declaró ayer el alcalde de Redençao, Luiz Vargas.
El alcalde declaró ayer que, "al elegir Maraba, una ciudad neutra, el juez de Redençáo, José María Texeira, que dictó orden de detención preventiva contra Paiakán, ha encontrado una solución astuta". "En Redengáo, como en Belem [la capital del Estado de Parál,...
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El cacique indio Paulinho Paíakán, de 37 años, acusado de haber violado a una joven blanca de 18 años en Redençao (Brasil) y refugiado desde hace días en la reserva de su tribu, ha aceptado entregarse a la justicia de la ciudad de Maraba (al sur del Estado amazónico de Pará), según declaró ayer el alcalde de Redençao, Luiz Vargas.
El alcalde declaró ayer que, "al elegir Maraba, una ciudad neutra, el juez de Redençáo, José María Texeira, que dictó orden de detención preventiva contra Paiakán, ha encontrado una solución astuta". "En Redengáo, como en Belem [la capital del Estado de Parál, donde Paiakán ha pasado una gran parte de su vida, la situación era demasiado tensa" añadió Luiz Vargas.El juez de Redençao ha dado un plazo de 24 horas a partir de las diez de la mañana (hora peninsular española) de hoy para que el prestigioso líder indio -que en 1989 fue galardonado con el Premio Global 500 de la ONU- pase a disposición judicial en Maraba. Permanecerá en prisión domiciliaria en Maraba bajo la tutela de la Fundación Nacional del Indio, pero el caso seguirá siendo instruido por el juez de Redençáo. El alcalde de esta ciudad declaró ayer que la situación está tranquila, después de que 3.000 blancos fueran retenidos recientemente en siete localidades indias y posteriormente liberados.
La reserva india, con un total de 13 localidades, tiene una extensión de 3.000 hectáreas, ricas en oro y en maderas preciosas. Temiendo una intervención de la policía federal para detener a Paiakán, los guerreros indios bloquearon la pista de aterrizaje de A Ukre y habían tomado posiciones alrededor de la localidad para impedir que nadie entrara o saliera.
Los responsables de la Fundación Nacional del Indio han hecho una intensa labor de convencimiento para lograr la entrega del cacique, ya que los miembros de su tribu consideraban una humillación la orden de detención y pedían su revocación. El jefe indio niega la violación y sólo admite haber tenido relaciones sexuales con la joven.