Yeltsin da un giro hacia la moderación en la política económica de Rusia

El pacto del presidente de Rusia, Borís Yeltsin, con los líderes del complejo militar-industrial, cuya primera concreción fue la entrada días atrás en el Gobierno de representantes de la gran industria, va a tener como consecuencia fundamental el abandono de la política económica basada en la terapia de choque y su sustitución por un programa de transición hacia la economía de mercado mucho más reposado. El diario ruso en inglés The Moscow News dio a conocer ayer las líneas maestras de un documento que estudia el nuevo Gobierno y que supone el abandono de aspectos fundamentales del prog...

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El pacto del presidente de Rusia, Borís Yeltsin, con los líderes del complejo militar-industrial, cuya primera concreción fue la entrada días atrás en el Gobierno de representantes de la gran industria, va a tener como consecuencia fundamental el abandono de la política económica basada en la terapia de choque y su sustitución por un programa de transición hacia la economía de mercado mucho más reposado. El diario ruso en inglés The Moscow News dio a conocer ayer las líneas maestras de un documento que estudia el nuevo Gobierno y que supone el abandono de aspectos fundamentales del programa impulsado por Yegor Gaidar con el beneplácito del Fondo Monetario Internacional (FMI).El documento ha sido elaborado por un grupo de economistas encabezado por Arkadi Volski, presidente de la Unión de Industriales y Empresarios de Rusia y auténtico inspirador del cambio de Gobierno que ha colocado en las más altas posiciones a cuadros del sector pragmático del antiguo aparato comunista. VIadímir Shumeiko se ha situado al mismo nivel que Gaidar en la dirección del Gabinete, al tiempo que Georgi Jizhá y Víktor Chernomirdin pasan a ocupar puestos clave como representantes del complejo militar-industrial y del poderoso sector energético, respectivamente.

El texto propone una relajación de las drásticas medidas monetarias y financieras que se tomaron tras la liberalización de los precios con la finalidad de contener la inflación, y pone el acento en el mantenimiento de la estructura productiva del país, que padece una profundísima recesión. Se prevé una caída del 17% en la producción industrial de este año.

Negociar con el FMI

Este cambio de política supondrá el abandono de los intentos de alcanzar un presupuesto no deficitario para final de año y la renuncia definitiva a liberalizar a corto plazo los precios de la energía, lo que a su vez deberá acarrear una compleja negociación con el FMI, sin cuya ayuda económica el Gobierno ruso tiene pocas posibilidades de lograr sus propósitos. Al frente de la nueva política seguirá, al menos. nominalmente, Gaidar.Pero los cambios no sólo afectan al área económica. El presidente Yeltsin cesó el lunes al viceministro de Seguridad, Anatoli Oleinikov, de forma "inesperada", según el servicio de prensa del ministerio.

Otra área que experimenta un gran cambio, la de Defensa, está creando grandes dificultades a Yeltsin, que ayer aplazó hasta hoy su intervención en una reunión de altos mandos militares de Rusia y la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

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