Policías disfrazados de obreros detienen a una familia en La Celsa

Agentes de policía de la comisaría de Carabanchel, disfrazados de albañiles, detuvieron ayer a Carmen Bruno Fernández, de 51 años, y a su hijo Enrique Saavedra Bruno, de 23, en la barriada de La Celsa, cuando la primera escondía en su mandil 22 bolsas con 5,5 gramos de heroína cada una, otra con 50 gramos y siete con 102.

Los agentes investigaban desde hace dos meses la chabola que madre e hijo habitaban, y habían llegado a trabajar como obreros en una obra cercana para observar sus movimientos.

Los agentes también detuvieron a un patriarca gitano, conocido como Isidoro, pero...

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Agentes de policía de la comisaría de Carabanchel, disfrazados de albañiles, detuvieron ayer a Carmen Bruno Fernández, de 51 años, y a su hijo Enrique Saavedra Bruno, de 23, en la barriada de La Celsa, cuando la primera escondía en su mandil 22 bolsas con 5,5 gramos de heroína cada una, otra con 50 gramos y siete con 102.

Los agentes investigaban desde hace dos meses la chabola que madre e hijo habitaban, y habían llegado a trabajar como obreros en una obra cercana para observar sus movimientos.

Los agentes también detuvieron a un patriarca gitano, conocido como Isidoro, pero fue puesto en libertad al comprobar que no tenía relación con las supuestas actividades de los otros dos detenidos.

Antes de las seis de la tarde de ayer, los policías vieron a Carmen Bruno salir de su chabola y acercarse a un montón de ladrillos. Allí, la mujer recogió una bolsa que escondió en el delantal, y después recogió otras dos. Fue entonces cuando decidieron detenerla.

La policía se incautó de un total de 870 gramos de heroína, una pistola de gas, una balanza de precisión y una libreta de ahorros a nombre de la mujer con un saldo de tres millones y medio de pesetas.

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