GUERRA EN LOS BALCANES

Estados Unidos presiona a la CE para que castigue con dureza a Serbia

IGNACIO CEMBRERO ENVIADO ESPECIAL Estados Unidos se ha puesto a la cabeza de la ofensiva contra una Serbia acusada de fomentar la guerra civil en Bosnia-Herzegovina. La Comunidad Europea (CE) y, eventualmente, Rusia se disponen a secundar a la superpotencia con nuevas medidas de castigo. El secretario de Estado, James Baker, presionó en este sentido a sus homólogos comunitarios en la conferencia de ayuda a la Comunidad de Estados Independientes (CEI) que concluyó ayer en Lisboa.

El comité político de los Doce se reúne el martes para estudiar una lista de sanciones contra Belgrado elabor...

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IGNACIO CEMBRERO ENVIADO ESPECIAL Estados Unidos se ha puesto a la cabeza de la ofensiva contra una Serbia acusada de fomentar la guerra civil en Bosnia-Herzegovina. La Comunidad Europea (CE) y, eventualmente, Rusia se disponen a secundar a la superpotencia con nuevas medidas de castigo. El secretario de Estado, James Baker, presionó en este sentido a sus homólogos comunitarios en la conferencia de ayuda a la Comunidad de Estados Independientes (CEI) que concluyó ayer en Lisboa.

El comité político de los Doce se reúne el martes para estudiar una lista de sanciones contra Belgrado elaborada por la Comisión Europea. "Me sentiré más alentado", afirmó Baker refiriéndose a esa reunión, "si veo que hay voluntad de actuar por parte de mis colegas europeos"."Quien argumente", prosiguió el secretario de Estado aludiendo a los países más reacios, "que no hay razones para intervenir o que no es el momento adecuado está en una longitud de onda equivocada". Tras comparar la "purificación étnica" emprendida por el Ejército serbio con métodos nazis, Baker afirmó: "Hay que emprender algún tipo de acción para poner fin a esa pesadilla en el corazón de Europa".

La CE no ha hecho oídos sordos a los consejos reiterados en su seno por Alemania. El presidente del Consejo de Ministros, el portugués Joáo de Deus Pinheiro, anunció que mañana los Doce enviarán a Serbia "una señal inequívoca" de que no asistirán pasivamente a la agresión.

Es harto dudoso, sin embargo, que los altos funcionarios convocados el martes tomen decisiones en firme y parece probable que sólo formulen recomendaciones que los ministros adoptarán más tarde, si se disipan las reticencias de Francia y Grecia. "Creo que van a suavizar su postura", vaticinó el jefe de la delegación española, el secretario de Estado de Cooperación, Inocencio Arias.

Pinheiro leyó una larga lista de posibles sanciones, que abarca desde el cierre a las exportaciones serbias hasta la suspensión de Belgrado en las organizaciones internacionales o un embargo petrolero. Reconoció, no obstante, que algunas medidas eran "complicadas" de aplicar sin cooperación internacional.

El empleo de la fuerza contra el Ejército federal controlado por Serbia parece por ahora descartado. "No va a haber un uso unilateral de la fuerza por parte de EE UU", aseguró Baker intentando corregir la impresión causada por sus declaraciones del viernes en Londres. "No somos ni podemos ser la policía del mundo".

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Baker confirmó, no obstante, que había "iniciado contactos en las Naciones Unidas en el marco del capítulo 7" de la Carta, que prevé una intervención militar contra una amenaza a la seguridad o la paz internacional. La CE va a pedir a la ONU, anunció De Deus Pinheiro, "que actúe para garantizar la seguridad de quienes hagan llegar la ayuda humanitaria a los habitantes de Bosnia a través del aeropuerto de Sarajevo", actualmente cerrado por el Ejército federal. "Reflexionamos sobre el método a utilizar", añadió.

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