La otra orilla

El paso de la depresión grave al suicidio constituye uno de los tramos más complejos a los que se enfrentan psiquiatras y psicólogos. En España se suicidan al año cerca de 6.000 personas. Este aguafuerte encuentra en la depresión uno de sus marcos preferidos: un 75% de las personas que deciden acabar con su vida presentan síntomas depresivos. Una cifra que, según los psiquiatras reunidos en el congreso de Valencia, sería bastante más alta si se desenmascarasen los verdaderos motivos de las muertes por sobredosis."Eso no significa que la depresión conduzca siempre al suicidio. La mayoría de las...

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El paso de la depresión grave al suicidio constituye uno de los tramos más complejos a los que se enfrentan psiquiatras y psicólogos. En España se suicidan al año cerca de 6.000 personas. Este aguafuerte encuentra en la depresión uno de sus marcos preferidos: un 75% de las personas que deciden acabar con su vida presentan síntomas depresivos. Una cifra que, según los psiquiatras reunidos en el congreso de Valencia, sería bastante más alta si se desenmascarasen los verdaderos motivos de las muertes por sobredosis."Eso no significa que la depresión conduzca siempre al suicidio. La mayoría de las veces la causa reside en un factor externo como la desaparición de personas queridas o una enfermedad incurable", señala la profesora de Psicología Clínica Pilar Barreto. Desde esta perspectiva, el 15% de los suicidios tiene su origen en la depresión, en opinión del psiquiatra Adolfo Calle. Estudiada por sexos, esta fatal concatenación adquiere ribetes paradójicos. Los intentos de suicidio llevados a cabo por mujeres son tres veces superiores a los de los varones. La tasa de éxito masculina dobla, sin embargo, la femenina.

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Suicidios machistas

La explicación reside, según los psiquiatras, en el distinto perfil depresivo de uno y otro sexo. En el caso de las mujeres, los conatos de suicidio representan, en muchas ocasiones, una petición de ayuda. Un billete de ida y vuelta. Como prueba, Adolfo Calle destaca que los métodos empleados por las mujeres no suelen ser traumáticos y que apenas desfiguran.

El hombre, en cambio, paga su óbolo a la depresión sin mirar atrás. El machismo y el papel que la sociedad asigna a los hombres conducen, a menudo, según Calle, al empleo de métodos mucho más resolutivos en su huida de la depresión. Sin duda por motivos culturales, reprimen su necesidad de ayuda y tienen que demostrar, sin embargo, su capacidad de decisión. El único beneficiado es Caronte.

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