Una inyección acaba con la vida del asesino de una monja en Tejas

AFP / EFE Johnny Frank Garret, condenado a muerte por violar y asesinar hace 11 años, cuando contaba 17, a una monja católica septuagenaria fue ejecutado ayer en Estados Unidos por medio de una inyección letal. El Tribunal Supremo de Tejas había rechazado las apelaciones de gracia presentadas pocas horas antes de la ejecución. La gobernadora de Tejas, Ann Richards, había recomendado que se le conmutara la pena capital por la de cadena perpetua. El papa Juan Pablo II, la diócesis de Amarillo, 16 obispos católicos, el grupo pro derechos humanos y las propias compañeras franciscanas de la hermana...

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AFP / EFE Johnny Frank Garret, condenado a muerte por violar y asesinar hace 11 años, cuando contaba 17, a una monja católica septuagenaria fue ejecutado ayer en Estados Unidos por medio de una inyección letal. El Tribunal Supremo de Tejas había rechazado las apelaciones de gracia presentadas pocas horas antes de la ejecución. La gobernadora de Tejas, Ann Richards, había recomendado que se le conmutara la pena capital por la de cadena perpetua. El papa Juan Pablo II, la diócesis de Amarillo, 16 obispos católicos, el grupo pro derechos humanos y las propias compañeras franciscanas de la hermana Tadea Benz habían realizado idéntica petición.

La ejecución de Johnny Frank Garrett hace la número 44 de las realizadas en Tejas desde 1982, año en que fue restablecida la pena de muerte en este Estado.

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