'Abc' chantajea a profesionales, políticos y empresarios cada vez que publican en EL PAÍS

El diario Abc somete al chantaje de críticas gratuitas y arbitrarias, con intención de vejar y ridiculizar, a diversos profesionales y bastantes dirigentes del Partido Popular (PP) y de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) cada vez que uno de ellos publica una colaboración en EL PAÍS. Esta situación preocupa crecientemente en el partido conservador, alguno de cuyos dirigentes manifestó ayer que "mientras no nos atrevamos a denunciar este chantaje y romperlo por la fuerza de los hechos no tendremos credibilidad y estaremos enfeudados a un determinado grupo de presión...

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El diario Abc somete al chantaje de críticas gratuitas y arbitrarias, con intención de vejar y ridiculizar, a diversos profesionales y bastantes dirigentes del Partido Popular (PP) y de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) cada vez que uno de ellos publica una colaboración en EL PAÍS. Esta situación preocupa crecientemente en el partido conservador, alguno de cuyos dirigentes manifestó ayer que "mientras no nos atrevamos a denunciar este chantaje y romperlo por la fuerza de los hechos no tendremos credibilidad y estaremos enfeudados a un determinado grupo de presión".

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Esta práctica de Abc se ha dado en numerosisimos casos. El método más habitual es el comentario de Ovidio, seudónimo del director del periódico, Luis María Ansón, o la sección Actualidad Gráfica, "propiedad intelectual" de los dos hermanos Ansón, Rafael y Luis María.El pasado mes de diciembre, el presidente del PP en Cataluña y candidato de este partido a la presidencia de la Generalitat, Aleix Vidal-Quadras, escribía en EL PAÍS un artículo sobre las relaciones entre el PP, Unió Deinocrática y el Partido Popular Europeo. Al día siguiente, Ovidio replicaba indicando que el artículo había sido leído "con rubor": "Lo primero que debería hacer el señor Vidal-Quadras, sin duda hombre ilustre en no pocas cuestiones, es aprender a escribir bien" y continuaba atribuyendo al autor "tópicos, lugares comunes, vaciedades, naderías, hueras frases, simplezas de preuniversitario ... Las cartas de recomendación que, sin duda, contribuyeron a que aprobara su bachillerato debieron ser muy poderosas. ¿Cómo no le aconsejará alguien a este hombre que, al menos, se esté calladito?".

En septiembre, el arquitecto Miguel Oriol publicó un artículo en EL PAÍS, inmediatamente contestado por Ovidio: "Dice Miguel Oriol que se sintió 'provinciano' durante un viaje a París y ante una Europa cada vez más consciente de sus deberes. Y tiene razón el ilustre arquitecto. Toda la razón. 'Provinciano' era su artículo de ayer, plagado de vulgaridades comunes y tópicos. Miguel Oriol se ha dedicado con entusiasmo adolescente a descubrir mediterráneos. Sería gravemente calumnioso afirmar que el arquitecto aportaba en su artículo ideas originales y lúcidas". El diario de los hermanos Ansón no mencionaba que el artículo de Oriol había sido publicado en EL PAÍS.Celia la ñoña

En el mes de junio de ese mismo año, la diputada del PP Cella Villalobos escribía un artículo en la sección de Economía de EL PAÍS; al día siguiente, Abc publicaba una foto de la dirigente popular, en cuyo pie se decía: "Se comprende la vergüenza de Azriar cuando, tras entrevistarse con Nicolás Redondo, se encuentra con un artículo de su diputada Cella Villalobos con un ataque de nervios, torpe y gratuito, contra los sindicatos. No se pueden decir en menos líneas más naderías, más lugares comunes, más vulgaridades. Como afirma un dirigente del PP, Cella Villalobos no es 'Celia, lo que dice', sino 'Cella, las ñoñerías que dice".

Otro caso de semejante calibre: en septiembre de 1990, Isabel Tocino, también dirigente conservadora, escribía otro artículo en EL PAÍS; la respuesta esta vez fue de Ovidio. El ataque fue furibundo:"La carcajada de Carlos Solchaga al leer anteayer por la mañana un artículo de Isabel Tocino Biscarolasaga ha llegado hasta este periódico. La gentil diputada rubia del PP le explicaba al ministro, con aires de lección de maestrilla de escuela y estilo literario de ejercicio colegial, las diferencias entre la Unión Monetaria Europea y la Unión Económica Europea. La redacción de la diputada Tocino estaba acompañada de las debidas interjecciones -¡hemos llegado a tiempo, señor Solchaga!-, amén de otras florituras literarias entemecedoras que sólo se encuentran ya en las loas al Santísimo de las Hijas de María de la Asunción... La diputada, tan hábil y constructiva para la vida política, debería cuidar más sus escritos como en otras ocasiones. En ésta, ha hecho un espléndido ridículo".

Ovidio -que no osa hacer críticas cuando se trata de presidentes de banco- también arremete contra dirigentes de la CEOE. Por ejemplo, contra Fernando Fernández Tapias en noviembre de 1990, a raiz de otro artículo en EL PAÍS; el desconocido Ovidio (este tipo de críticas se hacen en el anonimato, nunca con la firma de su autor) dice: "Fernando Fernández Tapias tiene la obligación moral, por el puesto que ocupa, de encargar que le escriba sus artículos persona que se tome mayor interés que el actual 'negro'. El que publicó ayer era un compendio de tópicos, vulgaridades, lugares comunes y descubrimientos de mediterráneos".

En septiembre de 1990 el sujeto de las iras de Abc es el portavoz del PP en la Comisión de Defensa del Congreso, Javier Rupérez, al que dedica el siguiente comentarlo: "El PP se reafirma en lo que figura en el programa electoral y que nada tiene que ver con lo que Rupérez ha filtrado a EL PAÍS, declaró ayer a Abc un portavoz cualificado del Partido Popular. Las manifestaciones con las que, para hacer méritos ante el diario gubernamental, el señor Rupérez se delcolgó anteayer y que ayer desmintió a medias, le han valido hacer el ridículo y recibir la reprimenda de su partido, uno de cuyos dirigentes ha dicho que 'el pobre Rupérez es un bocazas"'.El fallecido alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, fue una de las víctimas más contumaces de Ovidio. En el mes de julio de 1990 le dedicó dos "comentarios" a dos artículos en EL PAÍS: "El señor Rodríguez Sahagún ha demostrado capacidad de gestión y habilidad política. Tiene el defecto de una vanidad inextinguible y un deseo infantil de estar en los medios de comunicación a toda costa. Nada hay que objetar. El señor Sahagún tiene derecho a sus defectos y a sus cualidades. Lo que no tiene derecho el señor Sahagún es a desprestigiar a los partidos que le apoyan publicando artículos tan romos como el que tituló ayer 'Un reto colectivo'. No se puede reunir un racimo más logrado de naderías, vulgaridades y tópicos. Torpemente escrito, lleno de ideas de un muchacho de preuniversitario, el señor Sahagún debiera tener en cuenta antes de poner su firma a un bodrio que es alcalde de Madrid y eso exige un respeto elemental por el cargo".El segundo Ovidio se titulaba "De vergüenza ajena" y decía: "Afirmar que Agustín Rodríguez Sahagún sabe algo de poesía sería calumniarle gravemente... Ayer el mundo de las letras descubrió a un nuevo ensayista literario, a un crítico 'profundo como un hontanar desapercibido', a un prodigioso pensador, a un Ortega revivivo, al leer con regocijo inextinguible el artículo sahaguniano 'Gabriel Celaya o el compromiso del verso'. Si el señor Sahagún encargó a alguien que le escribiera este artículo, para firmarlo él, debería pagarle sin impaciencia. Ayer el alcalde se convirtió en la rechifla general de políticos e intelectuales".Un ejemplo más relacionado con el PP: Gabriel Camuñas. Después de escribir un artículo en EL PAÍS recibía la tarascada correspondiente de Ovidio: "resulta lamentable que algunos antiguos cargos de Alianza Popular no resistan el afán de protagonismo. Es el caso de Gabriel Camuñas... que ayer se despachó con un artículo plagado de lugares comunes y naderías que no hacían otra cosa que sembrar la confusión. El señor Camuñas habría acertado si se hubiera callado".Fraga el torpeTampoco Fraga Iribarne se ha librado, en ocasiones de la arbitrariedad del director de Abc "Ia agitación electoral provoca enormes errores, incluso en personas habitualmente rigurosas en su trabajo. Es el caso de Manuel Fraga, que ayer publicó un artículo sobre la cultura tan torpe y vacío de ideas que no parecía escrito por él ". Y otra vez: "Es lástima que un hombre de tantas calidades intelectuales... deslice en ocasiones artículos plagados de lugares comunes y de ideas vulgares y manidas, como el titulado 'Sociedad abierta y sistema democrático' publicado ayer".Un dirigente del PP, afectado más de una vez por estos ataques, declaró ayer a EL PAÍS que "sorprende la repetición de los mismos tópicos -naderías, ideas de preuniversitario, recomendaciones, consejos, que un negro nos escribe los artículos-; parece una deficiencia psicopática de Ovidio, que le retrata y que precisaría de análisis psiquiátrico. Mientras no respondamos a estas presiones de un periódico, no daremos la sensación de ser una verdadera alternativa de poder a los socialistas".

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