Un texto sagrado para acatar y no para discutir
El programa del Frente Islámico de Salvación (FIS) fue elaborado en el mes de marzo de 1989 por un grupo reducido de militantes, con el fin de cumplimentar uno de los requisitos legales establecidos por la Administración argelina para legalizar el partido integrista.Pocos después de que se redactara este texto de 16 folios se celebró en la mezquita de Suna, en el barrio argelino de Bad el Ued, el debate fundacional de la organización.
Un mes más tarde, el partido integrista se presentaba en público, en una conferencia de prensa multitudinaria que tuvo esta vez como escenario la mezquita...
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El programa del Frente Islámico de Salvación (FIS) fue elaborado en el mes de marzo de 1989 por un grupo reducido de militantes, con el fin de cumplimentar uno de los requisitos legales establecidos por la Administración argelina para legalizar el partido integrista.Pocos después de que se redactara este texto de 16 folios se celebró en la mezquita de Suna, en el barrio argelino de Bad el Ued, el debate fundacional de la organización.
Un mes más tarde, el partido integrista se presentaba en público, en una conferencia de prensa multitudinaria que tuvo esta vez como escenario la mezquita de Ben Badis, en el barrio de Kuba, un baluarte tradicional de los fundamentalistas, donde el FIS dio a conocer por primera vez su programa oficial de Gobierno.
El texto inicialmente elaborado es el único programa concreto donde se explica la futura actuación del Frente Islámico de Salvación para construir un Estado basado en los preceptos del Corán.
Este programa no ha sido nunca refrendado ni debatido, entre otras razones porque la organización islámica no ha celebrado nunca ningún congreso constituyente.
Tampoco lo va a realizar, ya que considera que la organización y el propio partido son una prolongación lógica de la doctrina islámica y de los principios coránicos.
Además, los libros sagrados se acatan, pero no se discuten. Como consecuencia de esta falta de debate interno se ha acusado al FIS de carecer de un programa claro de Gobierno.