El PSC se reunirá con UGT para sacar adelante el plan de competitividad

La dirección del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC-PSOE) acordó ayer iniciar contactos bilaterales con el sindicato UGT de Cataluña para poder sacar adelante el plan de competitividad del Gobierno, tras la ruptura de negociaciones sobre el mismo. El próximo viernes se reunirán en la sede del PSC, dos delegaciones de las direcciones del partido socialista y del sindicato ugetista, según informó a Europa Press Manuel Royes, miembro de la comisión ejecutiva de los socialistas catalanes.En la reunión de ayer de la ejecutiva del PSC se lamentó el fracaso en las negociaciones sobre el pact...

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La dirección del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC-PSOE) acordó ayer iniciar contactos bilaterales con el sindicato UGT de Cataluña para poder sacar adelante el plan de competitividad del Gobierno, tras la ruptura de negociaciones sobre el mismo. El próximo viernes se reunirán en la sede del PSC, dos delegaciones de las direcciones del partido socialista y del sindicato ugetista, según informó a Europa Press Manuel Royes, miembro de la comisión ejecutiva de los socialistas catalanes.En la reunión de ayer de la ejecutiva del PSC se lamentó el fracaso en las negociaciones sobre el pacto de competitividad, porque en opinión de este partido esto supone "un hecho negativo para la economía española".

Menos optimista parece el ministro de Economía, Carlos Solchaga, quien ayer declaró a Radio Nacional que no cree posible que el pacto de competitividad salga adelante en septiembre, aunque reiteró su intención de seguir manteniendo la puerta abierta por si "se flexibilizan las posturas".

Solchaga señaló que el fracaso de las negociaciones del pacto no van a originar "nada grave", ya que el Gobierno seguirá cumpliendo con su responsabilidad de adaptar la economía española al mercado único europeo, " aunque hubiera sido más fácil y beneficioso para todos hacerlo mediante un pacto".

Solchaga dijo que los sindicatos han tratado de "dividir a la opinión pública" al presentar a Gobierno y patronal como un bloque, cuando la realidad es que "los empresarios han visto más clara la necesidad de la competitividad y estaban dispuestos a negociar". El ministro rechazó que la discusión se haya dificultado por un enfrentamiento personal con el líder de UGT, Nicolás Redondo, y dijo que sus relaciones son "correctas". También negó la acusación de las centrales, consistente en que el Ejecutivo ha levantado demasiadas expectativas de éxito, y aseguro que pactos de esa naturaleza han sido posibles en países europeos con larga tradición sindical.

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