Gobierno y CEOE rehúsan que el pacto incluya todas las rentas

CARMEN PARRA, Cuatro horas y media. de la manana de ayer y otras cinco y media de la tarde dedicaron el Gobiemo, la patronal y los sindicatos a intentar concretar qué aspectos de la política de rentas son negociables. Las centrales proponen que la discusión abarque no sólo a las rentas salariales, sino también a la moderación de los- beneficios empresariales, los alquileres y las rentas de los jubilados, los parados con subsidio y los trabajadores sujetos a salario mínimo, para quienes piden dos puntos de mejora del poder adquisitivo. Frente a ello, la patronal CEOE se resiste a abordar el...

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CARMEN PARRA, Cuatro horas y media. de la manana de ayer y otras cinco y media de la tarde dedicaron el Gobiemo, la patronal y los sindicatos a intentar concretar qué aspectos de la política de rentas son negociables. Las centrales proponen que la discusión abarque no sólo a las rentas salariales, sino también a la moderación de los- beneficios empresariales, los alquileres y las rentas de los jubilados, los parados con subsidio y los trabajadores sujetos a salario mínimo, para quienes piden dos puntos de mejora del poder adquisitivo. Frente a ello, la patronal CEOE se resiste a abordar el control de los excedentes empresariales y el Gobierno no quiere aumentar el gasto destinado a cobertura del desempleo. En relación a las pensiones, el Ejecutivo se remite al pacto firmado en el año 1990 según el cual las prestaciones de los jubilados aumentarán en 1992 y 1993 lo mismo que la inflación de los 12 meses inmediatamente anteriores -noviembre sobre noviembre-.

Tampoco hay acuerdo alguno en cómo determinar los aumentos reales de los salarios de los trabajadores en activo, es decir la diferencia entre la subida de los sueldos y la inflación. El ministro de Economía, Carlos Solchaga, cree que debe utilizarse la evolución de la productividad, mientras que la patronal y los sindicatos no concretaron su criterio. La patronal sí precisó que el ajuste del índice de precios debe ser rápido y propone una previsión de inflación para 1992 del 3,6%, mientras que el Gobiemo no desea que sea tan repentino y se marca como objetivo el converger en tres años con la inflación media de la CE.

En el otro tema tratado, la reforma de la contratación temporal, las discrepancias son también totales. Ahí las centrales piden que se eliminen los contratos de fomento del empleo, porque se utilizan para empleos estables. La CEOE tan sólo está dispuesta a reformar la contratación temporal si se facilita el despido. Y el Gobierno se presenta como arbitro y se resiste a la petición sindical porque cree que sí existe causalidad en el contrato de fomento del empleo, al haber permitido un fuerte aumento en la creación de puestos de trabajo.

Pocos avances, pues, en esta segunda sesión negociadora, denominada de carácter técnico, que el Gobierno quiere continuar mañana para tratar la política de empleo. Las direcciones de los sindicatos decidirán hoy si, ante las discrepancias constatadas, tienen sentido nuevas reu,niones exploratorias o proceden a pedir una sesión plenaria.

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