Liubliana se sume en una paz ambivalente

Los últimos tanques del Ejército yugoslavo abandonaron ayer el aeropuerto Brnik de Liubliana, cumpliendo así el acuerdo de regresar a los cuarteles. El portavoz del Gobierno esloveno, Jelko Kacin, observaba la operación, vestido con traje deportivo y con la pistola en la cintura. Eslovenia y su capital, Hubliana, se sumieron en una paz ambivalente. La gente volvió a las calles, se reabrieron los cafés, pero el horario de los negocios se acortó. Las barricadas se han conservado, así como la omnipresencia de los miembros de la Defensa Territorial y de los policías. Radio Liubliana aconsejaba a l...

Los últimos tanques del Ejército yugoslavo abandonaron ayer el aeropuerto Brnik de Liubliana, cumpliendo así el acuerdo de regresar a los cuarteles. El portavoz del Gobierno esloveno, Jelko Kacin, observaba la operación, vestido con traje deportivo y con la pistola en la cintura. Eslovenia y su capital, Hubliana, se sumieron en una paz ambivalente. La gente volvió a las calles, se reabrieron los cafés, pero el horario de los negocios se acortó. Las barricadas se han conservado, así como la omnipresencia de los miembros de la Defensa Territorial y de los policías. Radio Liubliana aconsejaba a la población, en la mañana de ayer, limpiar y acondicionar los refugios antiaéreos, ya que el peligro de un nuevo enfrentamiento no ha desaparecido por completo.Los miembros macedonio y bosmo de la Presidencia yugoslava, Vasil Tupurkovski y Bogic Bogicevic, viajaron ayer a Liubliana para aclarar las decisiones tomadas por la Presidencia para solucionar la situación en Eslovenia, que involucran varios ultimatos, entre ellos la desmovilización de la Defensa Territorial eslovena. Las autoridades eslovenas contestaron, después de la reunión de la presidencia de esta república, el jueves por la noche, que las unidades de la Defensa Territorial seguirán protegiendo los puntos estratégicos y la infraestructura.

Dusan Plut, miembro de la Presidencia eslovena, afirmó no ha mediado ningún aviso oficial, por parte de las Fuerzas Armadas yugoslavas, acerca del cese del fuego.

El primer ministro, Lojze Peterle, precisó en un cóctel organizado para los periodistas, "portavoces de la verdad sobre Eslovenia", que la Presidencia yugoslava fue formalmente reestablecida pero que ésta no tenía las competencias para resolver la crisis.

Los eslovenos apuestan ahora sobre el reconocimiento internacional, contando principalmente con el apoyo de Austria y Alemania. Para que los periodistas extranjeros informen acerca de la realidad eslovena y la brutalidad de las Fuerzas Armadas yugoslavas, el ministro Kacin expuso una kluster bomb en el centro de prensa en Liubliana.