Al César lo que es del César

La estrella era Txema Montera, el dirigente de HB. Pero de su paso por la Audiencia, lo único que pudo justificar tal esperanza fue su salida. Bajó por las escaleras como alma que lleva el diablo, rodeado de sus guardaespaldas, alcanzó su vehículo de color rojo y partió en pos del atasco.Amedo recuperó el interés con este interrogatorio. Mientras el de HB contaba al defensor que Inmaculada se puso en contacto con él por teléfono, y no a través del familiar de un etarra, que la vio 4 o 5 veces, el acusado mayor gesticulaba desmintiendo al testigo. "¿Pero viajó con Inmaculada", dijo el defensor,...

La estrella era Txema Montera, el dirigente de HB. Pero de su paso por la Audiencia, lo único que pudo justificar tal esperanza fue su salida. Bajó por las escaleras como alma que lleva el diablo, rodeado de sus guardaespaldas, alcanzó su vehículo de color rojo y partió en pos del atasco.Amedo recuperó el interés con este interrogatorio. Mientras el de HB contaba al defensor que Inmaculada se puso en contacto con él por teléfono, y no a través del familiar de un etarra, que la vio 4 o 5 veces, el acusado mayor gesticulaba desmintiendo al testigo. "¿Pero viajó con Inmaculada", dijo el defensor, "cuando ésta acudió a declarar ante Garzón?" "En cualquier caso no vine con ella en el avión", respondió Montero. Mas gestos de Amedo que, recuperado el primitivo tamborileo de su zapato en el suelo, niega con la cabeza y sonríe con ironía, como dIciendo: "Pero, ¿será caradura?"

El presidente intervino para pedir al acusado que se abstuviera de mostrar desaprobación. Montero explicó el origen de su reserva hacia lo que Inmaculada le contaba: "Era Insólito que la compañera sentimental de un policía viniera a verme a mí, dirigente de HB, para decirme que su novio era del GAU. Esta reserva aumentó cuando le contó que bajo su cama guardaban una bolsa con una bomba. "Tenía la sensación de que me estaban poniendo la cabeza de Amedo en bandeja, que alguien quería desentenderse de él, romper los hilos".

El abogado de Amedo sólo Duede basar su defensa en la ¡eoría del compló, que sería una defensa difícil si el transcurrir del juicio no indicara la inutilidad del trabajo que se toman los letrados. El compló fue urdido, dice el defensor, por Montero y una mujer despechada. Y, basándose en contradicciones, pidió un careo. El tribunal lo negó. Fue una pena. Había interés por ver frente a frente al acusado de organizar a los terroristas del GAL, que llegaron a reivindicar 28 asesinatos, y al miembro de HB, la coalición que sostiene políticamente a los terroristas de ETA, cuyos asesinatos nos son tan familiares.