Tribuna:

Reacción imposible

El descenso de los tipos de interés de los bonos y obligaciones del Estado ha tenido sobre la bolsa el efecto esperado, esto es, se ha limitado a confirmar que los avances registrados en base a esas predicciones fueron correctos, aunque la estabilidad de las cotizaciones parece indicar que tal vez hayan sido excesivos. La única novedad de esta sesión ha estado en el mayor equilibrio que presentan papel y dinero a nivel global, lo que esconde un transfondo nervioso en el que los altibajos son importantes. La suspensión de la contratación de Hidrola e Iberduero, debida a las especulaciones sobre...

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El descenso de los tipos de interés de los bonos y obligaciones del Estado ha tenido sobre la bolsa el efecto esperado, esto es, se ha limitado a confirmar que los avances registrados en base a esas predicciones fueron correctos, aunque la estabilidad de las cotizaciones parece indicar que tal vez hayan sido excesivos. La única novedad de esta sesión ha estado en el mayor equilibrio que presentan papel y dinero a nivel global, lo que esconde un transfondo nervioso en el que los altibajos son importantes. La suspensión de la contratación de Hidrola e Iberduero, debida a las especulaciones sobre el canje de sus acciones para constituir la nueva sociedad, tampoco ha producido sorpresas en un mercado poco dispuesto a tomar partido por una situación concreta.El volumen negociado ha sido, en general, bajo, pero parte de la culpa la tiene el sistema informático que, debido a algunos problemas, retrasó la apertura del mercado poco más de una hora. La desconfianza sigue siendo, pues, el factor determinante en la bolsa española sin que los inesperados avances de Wall Street consigan cambio alguno. El Down Jones, sin embargo, se orientó esta vez a la baja, lo que casi acabó con los escasos avances que había conseguido el mercado español. Al cierre, el índice sube 62 centésimas.

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