Un virus, causa de la muerte de 20.000 carpas en dos embalses
Los análisis efectuados en los laboratorios que la Comunidad de Madrid tiene en Algete revelan que una enfermedad vírica ha causado la muerte de al menos 20.000 carpas en los embalses de Santillana y Valmayor, en la sierra madrileña, según informó ayer José Luis García, técnico de la Agencia de Medio Ambiente (AMA).
La elevada mortandad de esta especie se achaca, según los cultivos analizados, a la denominada enfermedad de la primavera de las carpas, habitual en los ríos, lagos y embalses del centro de Europa, aunque casi desconocida en España. Por esta razón, Medio Ambiente ha enviado ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Los análisis efectuados en los laboratorios que la Comunidad de Madrid tiene en Algete revelan que una enfermedad vírica ha causado la muerte de al menos 20.000 carpas en los embalses de Santillana y Valmayor, en la sierra madrileña, según informó ayer José Luis García, técnico de la Agencia de Medio Ambiente (AMA).
La elevada mortandad de esta especie se achaca, según los cultivos analizados, a la denominada enfermedad de la primavera de las carpas, habitual en los ríos, lagos y embalses del centro de Europa, aunque casi desconocida en España. Por esta razón, Medio Ambiente ha enviado muestras de los cultivos a Alemania, para que puedan ser corroborados, en su caso, los primeros análisis.José Luis García afirma que no se ha detectado la presencia de elementos contaminantes en los embalses de Santillana y Valmayor, cuyas aguas son suministradas por el Canal de Isabel II para su consumo en la capital y su área metropolitana. Tampoco se han encontrado indicios de eutrofización (descomposición de algas) en el lecho de ambos pantanos.
Los cambios de temperatura experimentados en las últimas semanas, durante el periodo de puesta de huevas de las carpas, han podido contribuir, según el técnico de la AMA, al debilitamiento de los ejemplares más desarrollados (de más de 30 centímetros de longitud). Esta razón, junto con la superpoblación de carpas en dichos pantanos, es aducida para justificar el desarrollo de un virus que ya se encontraba en estado latente. García señaló que la enfermedad remitirá previsiblemente cuando las aguas de los embalses superen los 18º de temperatura.