Edith Cresson profundizará la lucha por la integración racial
La lucha contra la conversión de los suburbios franceses en guetos raciales explosivos será una de las grandes tareas del gabinete dirigido por Edith Cresson. Para confirmar esa orientación, el togolés Kofi Yamgnane, que en 1989 fue elegido el primer alcalde negro de una localidad continental francesa, ha sido nombrado secretario de Estado para los Asuntos Sociales y la Integración.Yamgnane tendrá como "patrón" a Jean-Louis Blanco, flamante ministro de Asuntos Sociales e Integración. La llegada al Gobierno, precisamente en ese puesto, de Blanco, un íntimo colaborador de Mitterrand, ha sido int...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La lucha contra la conversión de los suburbios franceses en guetos raciales explosivos será una de las grandes tareas del gabinete dirigido por Edith Cresson. Para confirmar esa orientación, el togolés Kofi Yamgnane, que en 1989 fue elegido el primer alcalde negro de una localidad continental francesa, ha sido nombrado secretario de Estado para los Asuntos Sociales y la Integración.Yamgnane tendrá como "patrón" a Jean-Louis Blanco, flamante ministro de Asuntos Sociales e Integración. La llegada al Gobierno, precisamente en ese puesto, de Blanco, un íntimo colaborador de Mitterrand, ha sido interpretada también como la prueba de la voluntad presidencial de evitar la profundización de los conflictos entre los franceses y los inmigrantes magrebíes y africanos.
Mitterrand, según informaron ayer fuentes de la presidencia francesa, ha recibido con irritación los comentarios acerca del mero carácter electoralista del nombramiento de Edith Cresson como jefa del Gobierno. Según esas fuentes, la principal tarea de Cresson no es ganar las elecciones regionales de 1992 y las legislativas de 1993, sino preparar a Francia para el "rudo choque" del mercado único europeo de 1993.
Cresson consagra este fin se semana -prolongado en Francia por la festividad del lunes de Pentecostés- a la redacción de la declaración política que el próximo miércoles presentará en la Asamblea Nacional. La nueva primera ministra ya ha anunciado que no someterá su Gobierno a la votación de confianza de una Cámara en la que los socialistas no tienen garantizada la mayoría. La Constitución francesa le permite esa posibilidad.