LA DIFÍCIL TRANSICIÓN DE LA URSS

El primer ministro de la URSS propone que se imponga un estado de excepción "limitado"

El primer ministro soviético, Valentín Pávlov, está de acuerdo con el grupo conservador Soyuz en que se debe imponer el estado de excepción, pero limitado a las regiones conflictivas y a algunos sectores económicos estratégicos, como la energía, las comunicaciones y los transportes. Según Pávlov, para hacer cumplir las medidas del estado de excepción no habría necesidad de usar el Ejército, sino que bastaría con los efectivos policiales del Ministerio del Interior.

"De lo que se trata no es de hacer trabajar a la fuerza a la gente, sino de garantizar con la fuerza que aquellos que desea...

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El primer ministro soviético, Valentín Pávlov, está de acuerdo con el grupo conservador Soyuz en que se debe imponer el estado de excepción, pero limitado a las regiones conflictivas y a algunos sectores económicos estratégicos, como la energía, las comunicaciones y los transportes. Según Pávlov, para hacer cumplir las medidas del estado de excepción no habría necesidad de usar el Ejército, sino que bastaría con los efectivos policiales del Ministerio del Interior.

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"De lo que se trata no es de hacer trabajar a la fuerza a la gente, sino de garantizar con la fuerza que aquellos que desean trabajar puedan hacerlo", señaló Pávlov, explicando que hay mineros que desean reintegrarse al trabajo pero que los extremistas no se lo permiten y bloquean la entrada a las minas.El primer ministro hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa ofrecida en el Kremlin, después de haber presentado ante el Parlamento su programa anticrisis. Pávlov fue bombardeado con preguntas referentes a cómo garantizar la estabilidad política necesaria para el cumplimiento de este nuevo programa economico, es decir, ante todo, cómo abordar la prohibición de las huelgas políticas. Los mineros del carbón hace más de mes y medio que están en huelga, ayer comenzó la huelga estudiantil en Ucrania. y rnañana debe reanudarse la huelga general en Bielorrusa. Este movimiento huelguístico, nacido por la precaría stuación económica, se ha ido transformando en una huelga política que exige la dimisión de Mijaíl Gorbachov.

Pávlov no cree que puedan garantizarse las condiciones políticas que exige el programa en una inesa redonda como la que propone el líder ruso Borís Yeltsin. Y, por lo visto, es partidario de imponerlas por la fuerza. Cuando se le preguntó si sabía cómo lograrlo, respondió: "Sí que lo sé, pero preferiría poder hacerlo dentro de la legalidad".

Yuri Blojín, líder del grupo conservador Soyuz, que hoy piensa anunciar en el Parlamento la resolución de este movimiento de pedir el estado de excepción. advirtió que esta medida debe aplicarse "de inmediato". "Por delante tenemos la siembra, y si no es impuesto ya, habrá hambre y desórdenes sangrientos", señaló.

El líder de Soyuz explicó que "no estamos contra la persona de Gorbachov, sino contra la pasividad del presidente". Por eso, si Gorbachov declara el estado de excepción, Soyuz le apoyará, pero si no, pedirá su cese. Blojín se muestra escéptico ante la posibilidad de que Gorbachov imponga el estado de excepción. "Dudo que tenga la valentía para hacerlo", declaró.

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La declaración del estado de excepción depende en gran parte de Gorbachov, porque si bien el Sóviet Supremo tiene el derecho de imponerlo, Blojín calcula que sólo unos cien diputados votarían a favor de ello sin dudarlo. "Sobre el resto, Gorbachov todavía tiene una gran influencia", reconoce el líder de Soyuz.

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